Está claro que para poder hablar de historia, la verdadera, primero hay que vivirla y luego contarla. Y con permiso o sin él, de unos y otros politicastros de todo pelaje, diré que la Historia no se cambia y transforma a gusto del personajillo de turno.

La verdadera Historia, que no es ni más o menos que la que ha ocurrido, tan solo se cuenta, pero bien.

La extrema izquierda, el comunismo de siempre, el mayor criminal del mundo, que ha costado la vida a más de 150 millones (que se sepa) de personas en el mundo, a manos de Stalin, Lenin, Mao, Ho Chi Min, Castro, la II República de los años 30, Chaves, Maduro, Kim Jong-un, los Ayatolás iraníes, …… , llevan a sus espaldas cientos de asesinados, tan solo por represión política, por pensamientos díscolos

Sin embargo, cada día, cada hora, en todos los documentales de las televisiones del Régimen del Panfleto del 78, en los que emite a cada instante National Geographic y otras muchas, nos ensucian la mente, con aquel diablo nazi que asesinó a más de 6,5 millones de judíos, que no voy a protegerle y quizás sea verdad, sin duda.

Es curioso que los mismos que hablan y escupen con lenguas viperinas contra Hitler de esos asesinatos, hoy están en contra radicalmente contra los israelitas. ¿Será culpable también Hitler de los horrores cometidos por unos y otros en la Franja de Gaza?

Pero de los genocidas, carniceros y comunistas, que han cometido los mayores crímenes y horrores en el siglo XX y de lo que llevamos del actual, no se habla. Se callan los muy malditos, porque nada dicen, porque lo políticamente correcto es ser de izquierdas o extrema izquierda, aunque el bagaje del radical comunismo rezume sangre inocente.

En España, la nación más perseguida por los difamadores del interior, que son el 90% de los políticos, no se habla de aquella II República bolchevique, que no española y los años sangrientos que esos, canallas, hoy llevados al Olimpo de los dioses por sus degenerados descendientes, cometieron los actos más execrables y horribles de la historia mundial.

Desde la lamentable llegada al trono, gracias a un mentor incauto, buenista y monárquico a la sazón, por el que nombró sucesor al peor de todos los monarcas de la  Dinastía francesa, primero por cometer cuantiosos delitos, que ya la Prostitución del 78, se encargó de cubrirle las espaldas.

Gracias a este “mecenas” de la hipocresía, de la sinvergonzonería, de la tiranía, aderezada con una democracia inexistente, sufrimos a todos los más indeseables y déspotas vistos y por ver.  Y ahí cambiaron la Historia cuando hubo un antes y un después.

Sin duda este malandrín además de cometer perjurio contra Dios, cometió alta traición a la Patria, pero eso a los chupópteros del nuevo Régimen impuesto les ha venido de perlas, para sus chanchullos y negocios por debajo de la mesa.

Desde el primer día y mucho antes de su reinado, se puso en manos de los gringos y de los comunistas descendientes de la II República criminal.

Este hizo una mal llamada transición democrática, cuyo verdadero y letal asunto, fu la gran traición.

Todo lo jurado se convirtió en agua de borrajas, Se puso manos a la obra, ayudado por su botones incondicional, del que se sirvió y luego, cuando ya no le necesitó, le echó a los leones. Aquel Secretario General del Movimiento cometió perjurio y como tal perjuro, la siniestra Jerarquía Eclesiástica le sepultó en una catedral junto a su esposa que allí le estaba esperando.

Mucho se habla de este miserable de Sánchez. De todas las barbaridades que está haciendo, que no son pocas y vitales para el devenir de la Patria. Y eso es verdad, porque cada día hace nuevas concesiones a los separatistas, para romper España con hechos consumados.

Sin embargo, no se habla de sus muchos “ayudantes” en tales fechorías, como son la infame derechona indecente, que promete, grita y le acusa continuamente, cuando en realidad y permanentemente están encamados con ellos.

¡No solo es asesino, el que mata, sino aquel que pone la pistola en su mano y aquel que encubre tal fechoría!

Pero no solo hay un Partido culpable y otro que por conveniencia política le ampara. Nunca debemos olvidar que esta monarquía de reyes parlamentarios no solo debe obedecer firmando todas las vilezas que le presentan en rollo de papel higiénico, como Decretos y Leyes, que por muy demoníacos que sean y que vayan en contra de la Patria y de los ciudadanos, las refrendan a sabiendas que traspasan con creces la raya roja y lo hacen para ser la comparsa vividora de unos engendros diabólicos, que con etarras y separatistas, gobiernan un nuestro país al borde del precipicio, en la antesala de su desaparición… también deben velar por cumplir sus juramentos.

Por todos lados se oyen voces, contra el radical hipócrita sanchista, pero él hace lo que quiere y cuando quiere porque sabe perfectamente que el Tribunal Constitucional es suyo y por tanto está encubierto y por encima de jueces contrarios y de todos los ciudadanos de bien.

El miserable se cree intocable y a así es como lo demuestra cada día con una España dirmida en la cobardía y la complacencia con el mal.

¡Dios salve a la Patria, porque los hombre necios, sin dignidad no lo harán!

LOS COMPLICES DE LA DICTADURA VIVEN EN ESPAÑA

Autor

Miguel Sánchez

Empresario. Licenciado en Marketing y en Dirección de Ventas. Escritor de varios libros, sin publicar, aún.  Aficionado a la escritura y a la historia de España.

Caballero Legionario que fue del  IV Tercio Sahariano Alejandro Farnesio, en dónde estuvo en Mando Bandera. Escogido para portar al Santo Cristo de la Buena Muerte, representando a la Xª Bandera.

Congregante del Santísimo Cristo de la Fe, Cristo de los Alabarderos y María Inmaculada Reina de los Ángeles, en la Catedral de las Fuerzas Armadas

Luchador nato por el  Valle de los Caídos y sus monjes Benedictinos, por nuestro Cristo Redentor, la Familia, contra el Aborto y la Patria Grande, Unida y Gloriosa, desde la muerte del General Invicto.

Amigo, seguidor y admirador de la figura más transcendental y entrañable del siglo XX español, D. Blas Piñar, mi Caudillo, siempre junto a él, tuve el honor de aplaudirle, ovacionarle, dialogar y abrazarle, porque era mi ídolo y lo seguirá siendo por toda la eternidad. Y tengo el orgullo, que de  sus magníficos libros escritos, poseo unos diez, dedicados, con cariño y con su pluma de oro, como escritor en la excelencia.

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