Miguel Frontera absuelto: Revés judicial a la hipocresía de los marqueses de Galapagar

El juzgado de lo Penal número 14 de Madrid ha absuelto a Miguel Ángel Frontera Díaz, quien fue acusado por el exvicepresidente del Gobierno Pablo Iglesias y la exministra de Igualdad Irene Montero de los delitos de injurias graves, coacciones, acoso y revelación de secretos durante las concentraciones en las que participó frente al domicilio del matrimonio entre el 15 de mayo y el 12 de diciembre como protesta por la gestión de la pandemia del coronavirus por parte del Ejecutivo. En estas protestas llegó a mostrar pancartas en las que se calificaba tanto al exvicepresidente, llamándole «hijo de terrorista» y a la exministra, a la que llamaba «analfabeta cuyo mérito es tener las rodilleras gastadas».

La juez Belén Pérez Fuentes le absuelve de todos los delitos de los que estaba acusado. En el caso de Montero, se trataba de un delito continuado de injurias graves con publicidad, del cual ha sido exonerado por haber prescrito. En cuanto a Iglesias, también ha sido exonerado de los delitos de injurias graves con publicidad a la autoridad, descubrimiento de secretos, coacciones continuadas, acoso e injurias graves contra las instituciones del Estado.

Los marqueses aborrecidos a la entrada del juzgado:

Los hipócritas más llorones del panorama del trinque pueden consolarse con el nuevo puesto al que se ha encaramado la podemita para seguir viviendo del cuento junto a sus camaradas de correrías parasitarias, ahora en Bruselas como parlamentarias. Los marqueses de Galapagar reciben así un varapalo más con la pérdida de credibilidad que conlleva verse el plumero de lo sinvergüenza, viviendo a destajo de la teta del Estado que han mamado con el engaño y la indecencia personal que los caracteriza. Lo cierto es que para la mayoría de los españoles, incluidos ex votantes, son profesionales de la mentira que sólo algunos lelos y paniaguados siguen refrendando en las urnas. Llegados al gobierno por la desalmada condición estafadora de Pedro Sánchez, los mediocres bolivarianos destrozaron la sociedad española cuando les habían votado en minoría como para tener que aguantarlos en ningún ministerio.

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Por otro lado, como el Demonio se cobra sus piezas al contratar el alma de los incautos, es previsible que esta familia de oportunistas vea la vida sembrada de tragedia cuanto más crean encumbrarse con el éxito. La existencia puede ser una burlesca paradoja, como lo es denunciar el escrache que ellos impulsaron de modo mucho más malicioso contra otras personas desde esa posición de superioridad moral que el tribunal les ha arrastrado por los suelos de la vergüenza.

Seguirán saqueando de las arcas del Estado pero fuera de España. A tomar por vientos europeos estos ventajistas y a ser posible sin retorno a la España que celebra tenerlos cuanto más lejos mejor. La vida dirá.