22/11/2024 08:43
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Los españoles en particular, como casi todo el mundo, en general, llevamos un año sometidos a una cruel dictadura totalitaria comunista, en nombre de una supuesta “ciencia” sanitaria, que tiene a especímenes tan inclasificables como Fernando Simón de “Profetas” u Oráculo de Delfos…

Se han restringido la práctica totalidad de nuestros Derechos, cuando no reducimos a su mínima expresión, y hemos estado tres meses seguidos sin casi poder salir de nuestras casas, más que para comprar los alimentos básicos para poder sobrevivir, y poco más.

Los juzgados y tribunales estuvieron cerrados, y únicamente se resolvían, y de forma excepcional, asuntos muy graves en el ámbito penal, y poco más.

Ha sido el “triunfo” de la Ciencia sobre la Ciencia del Derecho.

¿Y cuáles han sido los resultados…?

Pues siguiendo el brillante razonamiento de don Jeffrey Kihien Palza, abogado hispanoamericano, en PaNam Post, el pasado día 18, los siguientes:

“Absolutamente nada justifica la pérdida de la libertad, porque este es un derecho fundamental de la civilización, mucho más cuando la misma ciencia que nos encierra reconoce que el COVID-19 se cubra en el 99% de los casos…
La ciencia ha tomado el control de la civilización, ha tomado control del poder, y no lo va a dejar, es en este momento que los abogados tienen que pelear en nombre de la libertad y salvar la civilización, el momento es ahora, mañana es demasiado tarde”.
Soy uno de los pocos juristas españoles que ha alzado su voz en defensa de los derechos fundamentales de los españoles, en numerosos artículos publicados en varios diarios digitales, y basta con acudir a internet para acceder a ellos. (No creo que pasemos de una docena los abogados que nos hemos opuesto, con la voz y la palabra, por escrito, contra esta férrea dictadura totalitaria en la que España y el Mundo, estamos sumidos, desde hace un año).
Un año que para la mayoría de nosotros ha sido el equivalente a tres años, al menos para el que suscribe, por el estrés, ansiedad, preocupación, falta de tomar el sol, estar al aire libre, etc., que esta situación nos ha generado. ¡Claro, todos no tenemos un chalet al aire libre, con parcelas de varios miles de metros cuadrados, como una buena parte de la castuza política que nos dirige, o más bien, pastorea!
“La dictadura de la ciencia… Basta con mencionar “los científicos dicen”, o “está científicamente probado”, para crear un dogma de fe, irrebatible, insustituible y que en corto periodo de tiempo llega a convertirse en una regla moral y ética, como el dogma del cambio climático y la reducción de la población”.
“El motor de la civilización es el derecho; es la ley la que protege la vida en libertad y felicidad, no la ciencia. La ciencia sin ley es peligrosa, más peligrosa aun cuando la ciencia dicta leyes. La ciencia, por ejemplo, ya ha decidido que hay demasiados humanos en el planeta y amenaza con varios métodos para reducir la población, uno de ellos el aborto…”
Y la eutanasia, añado yo, y en España 200 diputados, vendidos y traidores a la vida humana han aprobado recientemente la Ley correspondiente, que será Ley, pero no Derecho, y nunca menos, Derecho Natural, el único Derecho realmente existente sobre la Tierra.
“El derecho a la libertad es un bien que solamente puede ser suprimido cuando se quiebra la ley. Sin embargo…, un grupo de científicos a cargo de una organización globalista que es la Organización Mundial de la Salud (OMS), decidieron declarar a un virus como pandemia, y ordenaron que la única forma de frenar el virus COID-19 era suprimiendo la libertad”.
Y así se “consiguió” arruinar a cientos de miles de pequeñas y medianas empresas, autónomos, profesionales liberales, etc., en beneficio de las grandes corporaciones supranacionales, que pueden soportar cualquier vendaval o tempestad económica, dados sus grandes capitales, cuantiosos ingresos y beneficios exorbitantes, contribuyendo así al aumento de “nuevos” pobres en el Mundo.
“La premisa cientifista es: te encierro para salvar tu vida, para salvarte también suprimo tu derecho al trabajo, a crear riqueza, a pasar tiempo con tu familia, salir a pasear al perro, sentarte en un parque y hasta las reuniones dentro de tu propio domicilio. También, para salvar tu vida, haré quebrar tu empresa.
Nadie preguntó al ciudadano si quería perder sus derechos, nadie inquirió a los abogados, simplemente los políticos le hicieron caso a la ciencia.
Las consecuencias de este cientifismo son catastróficas, ocasionaron muerte, y millones de personas fueron obligadas a ser pobres.
A la ciencia le gusta el dinero, el interés es siempre económico. La ciencia ha creado la economía COVID-19, muchas sirviéndose de los fondos públicos, d elos fondos del contribuyente, la ciencia también ha decidido vacunar a todo el planeta, y la carrera para comprar vacunas en un mercado de oferta muy limitado.
Uno tiene que vacunarse contra un virus que se cura en el 99% de los casos, y que en la mayoría de personas que lo contraen, ni lo sienten, los menores de cincuenta años son un grupo que no tiene por qué preocuparse y, hago la afirmación en base a las estadísticas publicadas por la propia OMS…”.

LEER MÁS:  La democracia según Bolaños. Por Rafael Nieto

Termino ya, que el lector medio no aguanta la lectura de más de mil palabras seguidas, y más cuando le obligan a pensar.

Un año después, tanto los españoles como todo el mundo, en general, seguimos asustados, prácticamente presos en nuestras casas, medio arruinados y endeudados, muchos sin trabajo, pero eso sí, las grandes corporaciones supranacionales, cada día son más ricas… ¡Y no digamos las empresas farmacéuticas, que están haciendo su agosto durante todo el año!

¿Alguien lo entiende?

Yo SÍ. Se llama el NOM, Nuevo Orden Mundial, y la Agenda 2030. Así de claro.

Autor

Ramiro Grau Morancho