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Así comienza la batalla cultural contra la Dictadura comunista que ha impuesto su lenguaje en la educación, en la cultura y en los Medios de Comunicación

Un día se inventaron lo de “extrema Derecha” como un insulto y la Derecha cayó en la trampa y no ha parado de huir hasta mañana mismo (“la foto de Colón” es su tragedia)

Y ahora se inventan lo de “PIOLINES” como otro insulto, ya que ellos lo identifican, o quieren que así se identifique con la actuación fuerte pero profesional de la policía el 17-O de 2017 y así la están consiguiendo que los cobardicas se rasguen las vestiduras y empiecen a protestar a sabiendas de que sus protestas no sirven para nada.

Y callan, entonces, que la “extrema Derecha” eran los que rechazaban el comunismo y la dictadura del proletariado e hicieron creer que eran los facturadores, los perseguidores de los ciudadanos, de las libertades y los que masacraron al pueblo catalán que solo buscaba la libertad y la independencia.

No, no. Así de fácil es engañar a los tontos y más a los cobardes.

Sí, lo digo y lo mantengo yo soy un “Pioline”, pero no de los que, como ellos quieren hacer creer, de los que mal tratan a pobres pacifistas y a esos inocentes catalanes que solo quieren decidir por sí mismos.

Sí, yo soy un miembro voluntario del gran Cuerpo de la Policía Nacional y del Cuerpo del Tricornio que en cumplimiento de su deber llegaron y pudieron evitar el Golpe de Estado que estaban dando los facinerosos independentistas catalanes en contra, incluso de la otra Cataluña que no está con ellos y del Gobierno de la Nación y de las Instituciones del Estado y de la Constitución del 78, la Democracia y hasta la Monarquía.

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Por eso yo me siento orgullo de ser un “Pioline” y les aseguro que (como los soldados del gran Napoleón en Austerlitz) “Yo estuve en Cataluña el día que salvamos a España de las serpientes venenosas independentistas”.

Como estaría en cualquier lugar, pueblo, ciudad o Comunidad Autónoma donde se pretenda acabar con España. Así que en lugar de protestar y llorar por “lo malitos” que son los de la Izquierda, amigos del PP, amigos del gallego Feijóo, y no te digo amigos de VOX, lo que hay que hacer ya, esta misma noche, es prepararse un cartel para salir a la calle en cuanto luzca el sol pegado al cuerpo que diga:

 

 De ahí el éxito de Isabel Diaz Ayuso en Madrid. Doña Isabel se dio cuenta en seguida y luego ya como una campeona (lo fijó en sus carteles electorales durante la campaña)

 

Y ahora, ya están en los mismo, como se han dado cuenta de que eso de “¡Que viene la “extrema Derecha”¡ ¡Que viene VOX!” ya no cuela y viendo como están perdiendo en la calle y puede que también las urnas… se inventan, se están intentando inventar, este otro insulto a los cobardicas de siempre y salgan huyendo.

¡Y ese está siendo el error, el inmenso error, de la Derecha, tal vez de la propia Policía, de la Guardia Civil y de los Diputados del PP y de VOX! Ser “Piolín” al defender a España no es ni un delito ni una deshonra y si defender a España es ser un “Piolín” pues yo me apunto.

Pues, no señores, a mí no me va a dar miedo salir mañana a la calle con un cartel grande que solo diga “¡Yo soy un “Piolín” de los de Cataluña!”

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Y repartiendo octavillas de quita y pon, un texto que diga “Andaluces, por esta vez no caigamos en la trampa. Ni la Izquierda debería sentarse a la mesa donde se sientan los que quieren acabar con España, ni el PP de hoy, ya con el señor Feijóo al frente, puede dar a entender o asegurar que si hay que sentarse y consensuar el futuro de España con esa gente es que sigue siendo un pobre diablo que sigue creyendo en los Reyes Magos que vienen de Oriente”.

Autor

Julio Merino
Julio Merino
Periodista y Miembro de la REAL academia de Córdoba.

Nació en la localidad cordobesa de Nueva Carteya en 1940.

Fue redactor del diario Arriba, redactor-jefe del Diario SP, subdirector del diario Pueblo y director de la agencia de noticias Pyresa.

En 1978 adquirió una parte de las acciones del diario El Imparcial y pasó a ejercer como su director.

En julio de 1979 abandonó la redacción de El Imparcial junto a Fernando Latorre de Félez.

Unos meses después, en diciembre, fue nombrado director del Diario de Barcelona.

Fue fundador del semanario El Heraldo Español, cuyo primer número salió a la calle el 1 de abril de 1980 y del cual fue director.