21/09/2024 07:44
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https://www.lasexta.com/programas/al-rojo-vivo/entrevistas/teodoro-garcia-recuerda-su-victoria-como-lanzador-de-hueso-de-aceituna-estoy-retirado_201807275b5b0fca0cf2dabc9cbfe816.html

O al menos imposible ha sido para los 10 amigos que hoy vinieron a visitarme a mi encierro obligado (ahora por una caída tonta), y a los que les sometí nada más entrar a la prueba… y ninguno pasó, por cierto, de los 5 metros.

—Macho, te ha tocado. Ahí tienes un taco de jamón y 3 aceitunas. Te comes el jamón y tiras los 3 huesos de las aceitunas y si llegas a más lejos que los de nosotros te llevas el premio.
— Já,já,já, no me tomes el pelo ¿estás de broma?
— Ojo, de broma sí, pero en serio. Yo no soporto ser menos que don Teo.

Y naturalmente, tuve que explicarles las habilidades de don Teo, el fullero ya conocido y compravotos de Murcia en arrojar huesos de aceituna desde la boca.

—Anda, prueba, y tu Antonio anota con el metro el alcance de los tres disparos y quédate con el que más lejos haya llegado.

Y ustedes no se rían, aunque no lo creáis el tiro de hueso de aceituna es tan antiguo como el del “tiro al plato”, tanto es así que tiene el honor de haber figurado en los primeros Juegos Olímpicos de la Historia.

Se sabe que en el Sistema Educativo espartano, el “Agajé”, ya figuraba como uno de los juegos importantes impuestos por el Estado y como símbolo del olivo, el árbol de los Dioses griegos y en la “Gran Rethra” la Ley suprema que regía Esparta. Por lo visto a los niños se les enseñaba desde muy pequeños a familiarizarse con todo lo que tuviera que ver con el olivo: la forma de sembrarlo, cuidarlos de jóvenes, podarlos, recoger las aceitunas sin hacerle daño a la planta y más cosas, y entre ellas varios juegos aprovechando los huesos…  de ahí el de tirar con la boca y a distancia.

Claro que, estudiosos como eran los griegos, muy pronto descubrieron que la velocidad que podía imponérsele al hueso, sin otra fuerza motriz de lanzadera que la lengua (ojo, que en muchas ciudades incluso los participantes tenían que hacerlo con sus manos atadas a la espalda) dependía de la dureza del mismo y por ello cuidaron al máximo los tipos más poderosos de aceitunas, entre los que figuraban según quedó constancia en los libros del Rey Menelao, el marido de la Reina Helena (la que poco después llegaría a ser Helena de Troya y causante de las Guerras). Eran estos tipos:

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…. Aunque los más valiosos para el concurso eran los procedentes de las aceitunas del Monte Taijeto (el monte donde arrojaban a los que nacían con algún defecto físico).

Bueno, en resumen, que el juego del tiro de los huesos de aceituna figuraba como uno de los dos más populares de las primeras Olimpiadas que se celebraron precisamente, en Olimpia, la capital de Esparta, y madre del Olivo del Honor.

—Já,já,já, o sea, que lo de don Teodoro no es de cachondeo.
— Pues no, por lo que se ve es uno de los juegos más antiguos del mundo.

Entonces, ya sabemos lo que podemos hacer con él en cuanto se lo cargue Casado (que puede ser mañana mismo)

Presidente de la nueva Federación del Tiro de la Aceituna (al lado, claro está, de la Federación de Tiro al Arco) y Preparador táctico y físico del equipo nacional para las próximas Olimpiadas de París.

Autor

Julio Merino
Julio Merino
Periodista y Miembro de la REAL academia de Córdoba.

Nació en la localidad cordobesa de Nueva Carteya en 1940.

Fue redactor del diario Arriba, redactor-jefe del Diario SP, subdirector del diario Pueblo y director de la agencia de noticias Pyresa.

En 1978 adquirió una parte de las acciones del diario El Imparcial y pasó a ejercer como su director.

En julio de 1979 abandonó la redacción de El Imparcial junto a Fernando Latorre de Félez.

Unos meses después, en diciembre, fue nombrado director del Diario de Barcelona.

Fue fundador del semanario El Heraldo Español, cuyo primer número salió a la calle el 1 de abril de 1980 y del cual fue director.