20/09/2024 08:20
Getting your Trinity Audio player ready...

El partido de la cal viva, acompasadamente custodiado por la venenosa podemia, se despoja definitivamente de sus disfraces. Con la excusa del estado de sitio/guerra (otro embozo: alarma), violación y absoluto menoscabo de derechos fundamentales recogidos en la Constitución. Sin posibilidad de distinguir, ya de forma evidentísima, los poderes ejecutivo, legislativo y judicial. Agravándose durante estos días con la falsidemia lo sospechado, cuando no perfectamente sabido: el narcorrégimen pedófilo del 78, dictadura revestida con ropajes pintureros. Ya sin disimulos, solo vemos a diario a los vulgares esbirros del globalismo esponjosa y sinuosamente infiltrados entre toda nuestra clase política, mediática y judicial.

Ni salud ni seguridad ni libertad

Sobreabundancia de censura, discriminación, detenciones arbitrarias, vulneraciones continuas y sistemáticas de derechos humanos durante las pasadas semanas. Una fiera y montaraz dictadura bajo disfraz, cada vez más vaporoso, constitucional. Derechos fundamentales – expresión, prensa, culto, empresa, circulación, reunión o manifestación- sistemáticamente vulnerados. Falaz dilema entre libertad y seguridad/salud solo planteado como burda e infame coartada para mutilar brutalmente derechos civiles básicos. Al final del camino, ni salud, ni seguridad, ni libertad. Y lo perdido, jamás suele regresar.

Un poder ejecutivo que se ha autofabricado un estado de sitio sin apenas control parlamentario. Sin freno ni contrapeso posibles a la enajenación homicida del sanchismo. El estado de excepción, como parte de nuestro ser y nuestras vidas. Hoy y el resto de nuestras existencias, salvo que lo impidamos. La arbitrariedad demente y peligrosa de Sánchez como dato consuetudinario hasta el infinito y más allá.

Reacción o sometimiento

Un ejecutivo hipertrofiado, tomando a diario medidas paranoides y desproporcionadas. Un legislativo, bajo mínimos. Unos togados, perdidos en cualquier limbo. Y, mientras, bárbara militarización y atroz estado policial, otros poderes muy poderosos, tan felices bajo la sociopatía sanchista. Dos instantes. Picoleto Alfa capando información antípoda al sociópata monclovita. O turbio JEMAD defecando paridas liberticidas a todas horas. Control poblacional total, vigilancia y represión sin desmayo, humedecidos en su salsa totalitaria, tan del gusto de un gobierno (y sus uniformados apéndices) abusón. Muy abusón.

LEER MÁS:  Parásitos de la libertad. Por Eduardo García Serrano

Lo dicho. O reacción o sometimiento. En fin.

Autor

Luys Coleto
Luys Coleto
Nacido en Bilbao, vive en Madrid, tierra de todos los transterrados de España. Escaqueado de la existencia, el periodismo, amor de juventud, representa para él lo contrario a las hodiernas hordas de amanuenses poseídos por el miedo y la ideología. Amante, también, de disquisiciones teológicas y filosóficas diversas, pluma y la espada le sirven para mitigar, entre otros menesteres, dentro de lo que cabe, la gramsciana y apabullante hegemonía cultural de los socialismos liberticidas, de derechas y de izquierdas.