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Desde EL 21 DE JULIO AL 28 DE SEPTIEMBRE DE 1936
El santuario del heroísmo.
Aquí en este despacho, tradicional de los Directores de las Academias, de Infantería y General Militar, se desarrolló el hecho más culminante de la historia del Asedio del Alcázar de Toledo.
La histórica conversacion sostenida el día 23 de julio por teléfono entre
El Coronel de Infantería, Gobernador Militar de Toledo, D. José Moscardó.
Su hijo, D. Luis Moscardó y Guzmán, y El Jefe de Milicias de Toledo,
Estando el primero en el Alcázar y los dos últimos en el Palacio de la Diputación Provincial, y cuyo texto es el siguiente, grabado en letras de oro en las paredes de este Santuario como recuerdo imperecedero para las generaciones futuras:
El Jefe de Milicias: Son ustedes los responsables de las matanzas y crímenes que están ocurriendo. Les exijo que rinda el Alcázar en un plazo de diez minutos, y de no hacerlo asi, fusilare a su hijo Luis que le tengo aquí en mi poder.
El Coronel Moscardó: Lo creo.
El Jefe de Milicias: Para que vea que es verdad, ahora se pone su hijo al aparato.
Luis Moscardó: ¡Papa!.
El Coronel Moscardó: ¿Qué hay hijo?.
Luis Moscardó: Nada. Que dicen que van a fusilar si no rindes el Alcázar.
El Coronel Moscardó: Pues encomienda tu alma a Dios, da un grito de ¡Viva España! Y muere como un patriota.
Luis Moscardó: Un beso muy fuerte, papa.
El Coronel Moscardó: Un beso muy fuerte hijo mío.
(Dirigiéndose al Jefe De Milicias), Puede ahorrase el plazo que me ha dado, puesto que el Alcázar no se rendirá jamás.
A los pocos días, Luis Moscardó fue fusilado.
Aquí tenéis el escenario.
Aquí tenéis los personajes.
Aquí tenéis los teléfonos y el hilo conductor.
Los que tenéis la suerte de visitar esta habitación descubríos ante el héroe y elevar una oración por el Caído.
Este despacho fue el centro del Alcázar de Toledo durante el Asedio.
Aquí el Coronel Moscardó reunido con sus subordinados y valiosos colaboradores, resolvió los arduos problemas que se le presentaban todos los días.
Unas horas de descanso y a la lucha otra vez.
Aquí se redactaba el diario de operaciones.
Aquí se nombraba el servicio, a consecuencia del cual sucumbieron tantos héroes en el cumplimiento de su deber.
Aquí se llevaba la relación de bajas.
Aquí el 24 de julio autoriza al Capitán D Luis Alba, salga del Alcázar para ponerse en contacto con las tropas de Mola, hecho cuya consecuencia fue su sacrificio heroico.
Aquí recibió el día 9 de septiembre, la visita del Coronel Rojo (su apellido), intimando la rendición, y el 11 la de Vázquez Camarasa, aconsejando la salida del personal no combatiente, ambas peticiones virilmente rechazadas.
Aquí recibió el 1 de septiembre, la visita de un proyectil del 15,5 lanzado por las baterías de Los Alijares que, al entrar por la ventana, deshaciendo su jamba derecha, el haz del proyectil destrozo gran parte del mobiliario y dejo hecho jirones el techo, las paredes y el piso, como de visu, podéis observar, y que solo respeto el sitio ocupado por el Coronel y diez de sus compañeros. De los que resultaron ocho heridos leves, saliendo solo ilesos el Coronel y el Capitán Moreno Garrido.
En cambio, hecho curioso, el retrato del General Gamir, uno de los Directores de la Academia, que castigado por rojo, por los Oficiales del Alcázar, habían colocado cabeza abajo en si marco, fue el único que sufrió los efectos de la metralla de este proyectil, quedando completamente destrozado.
Después de visitar este Palacio-Fortaleza, baluarte de la independencia española y los milagros en el ocurridos, se comprenden los actos de reconocimiento hacia su excelsa Patrona, la Virgen del Alcázar, que sus defensores la consagran el día 28 de septiembre, aniversario de la fecha de su liberación.
¡VIVA ESPAÑA!
¡VIVA FRANCO!
¡VIVAN LOS LAUREADOS GENERALES MOSCARDO Y VARELA!
El sacrificio del Capitán Alba.
La indignación de los defensores del Alcázar, llego a su colmo el día 24 de julio. Después de hablar por teléfono, el Coronel Moscardó, con el Jefe de las Milicias de Toledo, el teléfono quedo cortado. La emisora de la Guardia Civil, que esta había llevado cuando la concentración, no podía funcionar, pues el 25 cortaron también el agua y la corriente eléctrica. Estaban incomunicados con el mundo y solo a fuerza de grande trabajos se pudo poner en marcha el receptor de la radio de la Academia, funcionando con las baterías de acumuladores de los autos. Por este receptor de radio se enteraron de que los rojos propagaban la noticia de que el Alcázar se había rendido, y hasta se supo que los periódicos ilustrados de Madrid publicaban una fotografía con la salida de los defensores hechos prisioneros.
¿Sera posible tanta osadía?
Y lo triste era que en el campo nuestro lo podrían llegar a creer por no tener noticias de niestra parte, que pudiera suponer lo contrario.
Era indispensable ponerse en contacto con las tropas nacionales y se supiera la verdad. Era indispensable que se supiera, que después de la conversacion del Coronel Moscardó con su Hijo y el Jefe de Milicias de Toledo, a consecuencia de la cual Luis Moscardó iba a ser sacrificado, los refugiados en el Alcázar formaban un conjunto dispuesto a sacrificar sus vidas en defensa de España y que no se rendirían nunca mientras un solo defensor quedara con vida.
La radio receptora aunque funcionaba mal indicaba que el General Mola operaba por la Sierra de Guadarrama, al frente de una fuerte columna.
Una idea se le ocurre al Capitán Alba, atravesar el campo enemigo hasta encontrar las tropas del General Mola y poner en su conocimiento todo lo ocurrido hasta la fecha en el Alcázar de Toledo.
El proyecto era sumamente arriesgado: Lo consulta con sus amigos, los Capitanes, Agulla y Fernandez Trapiella, y estos lo consideran tan difícil de llevarlo a cabo que lo aprueban pero con la condición de acompáñale en su empresa.
Lo consultan con el Coronel Moscardo, EN ESTE DESPACHO, el que les hace ver lo difícil de conseguir lo que se propinen, pero comprende la razón que les asiste. Asiente a su marcha pero Alba exige ir solo, pues uno solo puede pasar más desapercibido que yendo tres, si fracasa solo una víctima sera la consecuencia de su idea.
Ya está decidida la marcha.
El Capitán D. Luis Alba, Profesor de la Escuela de Gimnasia, alpinista, nadador, entusiasta de toda clase de deporte, abandono su casa donde dejaba su mujer y un hijo nacido pocas horas antes de salir en cuanto declaro el Estado de Guerra, como Ayudante de Moscardó.
Resistió el primer empuje de las hordas de Riquelme en el Hospital Tavera, hasta que tuvo que retirase al Alcázar con todos sus compañeros.
Aprobado por el Coronel Moscardo el ponerse en contacto con nuestro Ejército, reúne 125 pesetas entre varios amigos, y vestido con un mono azul, gorra y alpargatas, un trapo encarnado en el cuello, una pistola en el bolsillo y el carnet del comunista Antonio Gómez muerto en la contienda, comienza a las once de la noche del día 25 la gran empresa, en la que tenía que recorrer más de cien kilómetros de campo enemigo hasta encontrar al General Mola.
Le acompañan para despedirle, yendo con él, por la explanada del Picadero, y la Compañía de Tropa, hasta las tapias del Alcázar, que dan sobre el Tajo, sus amigos Agulla y Fernandez Trapiella. Se despide de los defensores de Simplón, del que era su jefe, pidiéndoles rezaran por el, y entregando su anillo de boda a su amigo Agulla para que lo devolviera a su esposa en cas que tuviera un desgraciado accidente.
Atraviesa el Tajo a nado, sube por la Virgen del Valle, continuando hasta Portusa, donde vuelve a atravesar el Tajo. Llega a Burujon, donde las milicias marxistas le dan el alto a las ocho de la mañana. Les dice que va con una misión del Comité de Toledo. Pero entre los allí presentes le saluda un antiguo asistente suyo y le llama “Capitán”; se arma el revuelo consiguiente y en un auto, conducido por Pedro Rodríguez, que había tenido a sus órdenes y acompañado por el Presidente de la Casa del Pueblo, es conducido a Torrijos. El Alcalde le reexpide a Toledo.
Al llegar a las proximidades de la Venta del Hoyo, por no chocar con otro auto que venía en sentido contrario, cae a la cuneta el coche. Se bajan todos, y no que venía en el otro auto, de apodo “El Cheka”, al enterarse de quien era el que conducían, dice que hay que matarle. A esto se opone un Guardia de Asalto que quiere hacerse cargo de él, y el “Cheka”. Le dice que si no le entrega le matara a él también, y le pega un tiro en la cabeza del que muere instantáneamente el pobre Capitán Alba. Los otros individuos se ceban en el cadáver disparándole más de cien tiros.
Eran las ocho de la noche del día 26 de julio.
El cadáver quedo insepulto dos días, al cabo de los cuales fue trasladado a Madrid y paseado por sus calles, haciendo en el cadáver toda clase de improperios. Este es el hecho gloriosos el que fue protagonista el Capitán Alba, queda conmemorado en el mismo sitio donde le dieron muerte, al lado de la carretera de Toledo, enfrente de la Venta del Hoyo, con un pequeño monumento en el que predominan un trozo de columna del patio del Alcázar.
¡Descanse en paz el heroico Capitán D. Luis Alba Navas!
Autor
- Andrés Céspedes Ruiz, es Graduado en Gestión y Derecho de la Seguridad por la Universidad Autónoma de Barcelona. Director y Jefe de Seguridad acreditado por la Dirección General de la Policía y de la Guardia Civil. Es así mismo, Perito Judicial en Seguridad Privada e investigación de incendios y Docente de Formacion de seguridad privada, acreditado por la Dirección General de la Policía y de la Guardia Civil. Mecánico Armero y Especialista en Armamento y Tiro. Director del Centro de Formacion Onboard Security Academy. Presidente de la "Red Internacional de Profesionales En Seguridad” en 2022, compuesta por veintidós países. Conferencista Internacional. Presidente de "El Foro" de Agentes de Seguridad Privada de Hispano América. Ostenta el Galardón Internacional a la Excelencia, por el trabajo, dedicación y compromiso, en pro del conocimiento y capacitación de los Agentes de Seguridad Privada de Hispanoamérica. Asesor de Seguridad para diversas entidades públicas y privadas de Costa Rica. Instructor de Defensa Personal Integral. Tiene en su haber más de treinta años de experiencia en seguridad privada desde la escala más básica hasta la alta dirección en seguridad. Director del programa sobre seguridad, "Zona Protegida", de ÑTV. Caballero de honor de la F.N.F.F.
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