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Pues, esa sería la mejor respuesta de España a la chulería de la Ministra Rivera y al rey de lo Chulos por el disparatado y dictatorial Decretazo de la luz.
 
¿Se han propuesto dejar a los españoles sin luz a partir de las diez de la noche, cuando de por sí los españoles son noctámbulos?
Lo cual no sería nada nuevo en España, pues algo parecido sucedió la noche del 4 de julio de 1898 cuando llegó a Madrid la noticia del Desastre de la guerra de Cuba y más de 10.000 madrileños se lanzaron a las calles con antorchas y llegaron a rodear la sede de la Presidencia del Gobierno, que por entonces estaba situada en la Puerta del Sol donde hoy está ubicada la Presidencia de la Comunidad de Madrid.
 
Y lo propio sucedió la noche del 23 de julio de 1922 cuando se supo lo del desastre de Annual (con 15.000 muertos), ya que aquel día Madrid, Sevilla, Cádiz, Valencia, Barcelona y España entera se llenó de antorchas pidiendo la dimisión del Gobierno.
 
Y antorchas hubo en las calles de Madrid, en una manifestación nocturna, la noche del 30 de enero de 1901, la noche del estreno de «La Electra» de Galdós, en «El Español» de Madrid, cuando más de 5.000 enfervorecidos amantes del teatro al terminar la función llevaron en hombros al autor hasta su casa, iluminando las calles que por un Decreto del Gobierno se había quedado sin la iluminación pública.
 
                   «Fue algo emocionante -escribiría «Azorín» al día siguiente- ver
                   a más de 5.000 personas con sus antorchas llenas de fuego 
                   gritando el nombre de Galdós, el de España y la libertad»
 
Miren, pensarán que esto es una locura, porque la España de hoy no tiene los «cataplines» de doña Isabel para salir a la calle (eso sí, sin corbata) y dirigirse hacia La Moncloa con un grito único: ¡¡¡ «O LUZ O DIMISIÓN»… C0N LA LUZ NO SE JUEGA!!!… y quizás tengan razón. Guillotinas.

Autor

Julio Merino
Julio Merino
Periodista y Miembro de la REAL academia de Córdoba.

Nació en la localidad cordobesa de Nueva Carteya en 1940.

Fue redactor del diario Arriba, redactor-jefe del Diario SP, subdirector del diario Pueblo y director de la agencia de noticias Pyresa.

En 1978 adquirió una parte de las acciones del diario El Imparcial y pasó a ejercer como su director.

En julio de 1979 abandonó la redacción de El Imparcial junto a Fernando Latorre de Félez.

Unos meses después, en diciembre, fue nombrado director del Diario de Barcelona.

Fue fundador del semanario El Heraldo Español, cuyo primer número salió a la calle el 1 de abril de 1980 y del cual fue director.
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