22/11/2024 04:13
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En su ignorancia, uno pensaba que los gobiernos estaban para gobernar, para dirigir la sociedad, y solucionar los problemas existentes…, en lugar de para crearlos, pero parece ser que en España no es así.

Bueno, en realidad no sé de qué me extraño, pues en España no tenemos un solo gobierno, sino dos: el de los “socialistos”, que no socialistas, y el comunista de Unidas Podemos, en franca lucha fratricida entre ellos, que si alguien te ha de joder, de la familia ha de ser.

Mantenemos veintitrés ministerios, nada menos, cinco de Podemos; el presidente tiene nada menos que 777 asesores, todos nombrados a dedo…, pero son incapaces de gobernar, y de solucionar problema alguno.

Nunca España había estado en manos de gente no ya tan mediocre, sino tan inútil, hablando claramente.

Se pueden contar con los dedos de la mano los que se salvan de ser unos incompetentes totales, carentes de formación y preparación alguna…, y sobran dedos.

Ahí está el ministro de sanidad, por ejemplo, un alcalde de pueblo, licenciado en filosofía, y sin formación alguna para afrontar el mayor problema de España en décadas.

El artículo 97 de la Constitución dice claramente que “El Gobierno dirige la política interior y exterior, la Administración civil y militar… Ejerce la función ejecutiva…”.

Asimismo, el artículo 149, 1, establece que el Estado tiene competencia exclusiva sobre las siguientes materias:

16ª. “Sanidad exterior. Bases y coordinación general de la sanidad. Legislación sobre productos farmacéuticos”,

Indicando el artículo 148, 1, que “Las Comunidades Autónomas podrán asumir competencias en las siguientes materias:

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21ª. “Sanidad e higiene”.

En otras palabras, que el gobierno, en lugar de coger el toro por los cuernos, y asumir sus propias competencias, pasa olímpicamente del problema, y deja en manos de las autonomías, cada una de su padre y de su madre, las posibles soluciones…, con una total descoordinación entre ellas, falta de recursos, actuaciones contradictorias entre comunidades limítrofes, etc.

¡Toda una ceremonia de la confusión, que parece que lo único que pretende es una huida hacia adelante, escapando de sus propias responsabilidades y contradicciones internas!

Mientras tanto la economía no es que se hunda, es que ya está hundida, total y absolutamente.

¿Era eso lo que querían, para que todo el mundo dependiera de las dádivas del gobierno, y generar así millones de votos cautivos, que les permitieran mantenerse en el poder, hasta el fin de los tiempos?

No me extrañaría nada que así fuere.

Autor

Ramiro Grau Morancho