15/05/2024 04:15
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Narcorrégimen, pedófilo y, sobre todo, terrorista. Liberticida. Y sobre VOX, tanto dicho.  Casi todo, malo. Muy malo. Vox, falsísima disidencia: calculadísimo y putrefacto engendro al servicio del Nuevo Orden Mundial. Partido – o partida – megaborbónico, hipermilitarista y ultracapitalista. Magníficamente financiado, además de inequívocamente meapilas de misa diaria, hostión y sacristía. Y tan fariseos como cualquier mal católico que se precia infatuadamente de serlo. Vox, disidencia controlada de manual. Vox, el más acabado engañabobos de la “derecha” española. La «cobarde» y la «valiente». Vox, delegación anglosionista en Madrid. Vox, aliada a la terrorista oposición iraní. Vox, como Podemos, Podevox: apuntalar la mierda del 78, cuando alcance el poder, junto al pepé. Vox, el partido del satánico Juan Luis Stiegmann Olmedillas, vulgo Esmegma. Vox, el partido de Macarena (nada) Molona, metiéndose la tercera dosis del Tecno-Raticida, dándole al “cuerpo cosas buenas”. Sic. Por cierto, otrosí. ¿Por qué tenemos que ver cómo le enchufan a Macarena, dale a tu cuerpo cosas “buenas”, intimísimo acto «médico y no nos muestran, en cambio, sus periódicas visitas al ginecólogo, enseñándonos a todos los españoles todos los hongos que pudiera tener en el chumi?

El Yunque, ilegal: gente importante dentro de él

El Yunque, nigérrima sociedad dentro de la sociedad. Inquietante secta secreta vampirizando del todo a VOX: tan semejantes en su siniestra simbología. E ilegal, como la masonería, según recta y juiciosa interpretación del artículo 22 de la Constitución Española. Chaveas captados a espaldas de sus familias, aprisionando sus organizaciones de referencia y vampirizando el trabajo de campañas nobles, nobilísimas, contra, por ejemplo, el genocidio del aborto.

Inequívoca pertenencia a El Yunque de prominentes cargos de Hazte Oír, Profesionales por la Ética y otros chiringuitos de la rancia extrema derecha nacional. Hazte Oír (y su avatar CitizenGO), burda tapadera para la realización de la actividad de El Yunque en nuestra patria común, Bozalistán. Antaño, España. Miguel Ángel López Zabaleta, puerta de entrada.

Y Fachascal, clave. Expepero, sin ser de El Yunque, su partido absolutamente fagocitado por los yonquis (del poder) yunqueros. Revistiendo toda la falsaria y necia mojiganga de presuntos valores patrióticos, tradicionales e incluso religiosos: todo más falso que un euro de piedra. Partido igual de timovacunero, ejemplo a vuela teclado, que el resto. Traduzcan: toma del poder y todo por el poder.

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Y directiva, machos alfa, pues: Liberto Senderos —Vox Barcelona, Ignacio Arsuaga —fundador de Hazte Oír—, Jaime Urcelay —Profesionales por la Ética y Abogados Cristianos— y Eduardo Hertfelder —Instituto de Política Familiar—. Y otros relevantes nombres del núcleo duro voxero: Rocío Monasterio, Antonio Ribas (Cañas por España), José Manuel Menéndez Hernández o Álvaro de Zulueta. Por supuesto, la pútrida e «inmatriculada» jerarquía eclesial, sabe de sobra que, por ejemplo, la Organización del Bien Común no es más que una tosca tapadera yonkarra/yunquera.

Apoyo de medios “disidentes”

La presencia de esta sociedad en nuestra tierra, larga data. Procedencia mexicana, en Bozalistán, desde los setenta de la pasada centuria. La militaresca y clericaloide dictadura franquista constituía para El Yunque un modelo a seguir. Lo era por su inequívoco sometimiento a la iglesia católica, por su rabioso anticomunismo y por su etéreo concepto de hispanidad. Hogaño, suculentas sociedades pantalla. Entre otras, la citada Profesionales por la Ética. O Abogados Cristianos y la citada asociación Organización por el Bien Común, identificada por muchos como la “explícita” rama española de El Yunque.

En este momento, y con este funesto y liberticida gobierno, el Yunque deviene  muy activo dentro de una batalla. Cultural, dizque. Y los medios de manipulación de masas, clave. Todo el mundo comiendo el tarro a todo el mundo: los oficialnoicos y los «disidentes». Por ejemplo, Julián Macías, creador de Pandemia Digital. O Actuall, el digital de Hazte Oír. O  YoInfluyo.com, «órgano digital propagandístico de El Yunque en México» con su pertinente y oportuna traducción española. O el programa Estado de Alarma de Javier Negre.

Y desde octubre, 7NN, “la alternativa”, un proyecto televisivo que exigió como mínimo la «ridícula» cantidad 25 millones de pavos—el coste de la licencia de TDT para emitir en una canal— y que está presidido por Marcial Cuquerella, hermano de Sol Cuquerella, también miembro de El Yunque( a su vez responsable del canal de Telegram Conquista Digital). En este proyecto mediático también se encuentra el periodista Luis Losada Pescador, también miembro de El Yunque. O Javier Villamor, que ha ejercido como portavoz de Hazte Oír. Elena Berberana, excolaboradora del «bebelejías», Jiménez Losdemonios, en Liberticidio Digital o el interesante historiador Fernando Paz, algo lejos, todo hay que decirlo, de su magnífico hermano Carlos

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La pandemia de las sectas

…¿Y la pregunta del millón? ¿Hay vida, en Bozalistán, y en la Mongolia mundial, más allá de las sociedades secretas? La pandemia de las sectas, satánicas o no. Esta sí, auténtica y verdadera pandemia: las putas sectas. Con mandiles, yunques y rituales de juramentación. Con sangre. O sin ella. En fin.

Autor

Luys Coleto
Luys Coleto
Nacido en Bilbao, vive en Madrid, tierra de todos los transterrados de España. Escaqueado de la existencia, el periodismo, amor de juventud, representa para él lo contrario a las hodiernas hordas de amanuenses poseídos por el miedo y la ideología. Amante, también, de disquisiciones teológicas y filosóficas diversas, pluma y la espada le sirven para mitigar, entre otros menesteres, dentro de lo que cabe, la gramsciana y apabullante hegemonía cultural de los socialismos liberticidas, de derechas y de izquierdas.