31/03/2025 05:27

La prodigiosa Aitormena, de Hertzainak, nos recuerda los desplomes existenciales. En el caso de esta prodigiosa balada compuesta por Josu Zabala, derrumbes de yonkarras. «Íbamos como máquinas, antes de tocar nos juntábamos en la furgoneta puestos hasta las orejas», punteó siempre Gari, Iñaki Garitaonaindia

Adiós y adelante

En tal confesión, la cazallera voz del cantante de Legazpi refería el desenganche final. Devino, sin duda, quebradura amorosa y, también, amarga despedida. The end, The Doors. La fractura, The Clash. El jaco y ellos caminaron en turbia y borrosa avenencia durante un tiempo. 

Juntos (como muchos en nuestra amado País Vasco-Euskal Herria) se lo pasaron de puta madre, forjando una de las mejores bandas de rock vasco. Y español. Pero con todo el dolor de corazón del mundo había llegado la hora de decir adiós. Lo mismo que a Hertzainak, a muchos el mundo se nos cayó encima. Ante ello, solo resta avanzar, más allá de que la calma preceda a la tempestad. O viceversa. Y otra vez viceversa.

En fin.

Autor

Luys Coleto
Luys Coleto
Nacido en Bilbao, vive en Madrid, tierra de todos los transterrados de España. Escaqueado de la existencia, el periodismo, amor de juventud, representa para él lo contrario a las hodiernas hordas de amanuenses poseídos por el miedo y la ideología. Amante, también, de disquisiciones teológicas y filosóficas diversas, pluma y la espada le sirven para mitigar, entre otros menesteres, dentro de lo que cabe, la gramsciana y apabullante hegemonía cultural de los socialismos liberticidas, de derechas y de izquierdas.
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