17/05/2024 08:09
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Parece mentira que en el apogeo de tantas victorias acumuladas durante cuarenta años, España descubriese que su lucidez constitucional fue poca, acaso un espejismo de ingenio conjunto que unos seres despreciables, mediante el pretexto político, han convertido en un fracaso colectivo. La generación de indeseables y fulleros Pedro Sánchez, Garzón, Monedero e Iglesias, Irene Montero y hasta Yolanda Díaz, pasando por la sumisa comparsa sanchista del PSOE, entre tantos, da cuenta de la aberración en que se ha convertido lo que creíamos una democracia consolidada. La Constitución creó las futuribles debilidades por donde el enemigo de la integración ha abierto brecha con ayuda de un traidor que habrá de penar en el infierno, fuera de esta tierra que lo lamenta, su enferma codicia y la rutina del juego sucio.

Podredumbre moral: eso va quedando de los triunfos y las glorias de los ciudadanos, al margen de ideología política, que forjaron un gran país para ser destrozado después del paso de un facineroso sin honra que un día ocupó La Moncloa para no descabalgarse del ya maldito Falcón. Una sociedad pujante venida a menos por su rutinaria absurdez, permeable a la estupidez ideológica del mal llamado progresismo, la lastimosa ingenuidad a la que se ha engañado con la burda patraña de la memoria histórica y el más ruin de los engaños revanchistas.

Un embustero, un estafador sin conciencia, un ególatra ridículo y repulsivo que aniquiló una generación durante una plandemia, aborrecido en las calles que nunca podrá pasear; un paria miserable que en otras condiciones habría sido rechazado en cualquier asociación regida por firmes principios morales, es el principal desestabilizador que ha aprovechado en su propio interés los recursos del Estado, dejando a todos sus componentes presas de una manipulación que puede costar la paz social. La miserable canallada golpista, y no hablo de los oportunistas independentistas en Cataluña, perpetrada por Pedro Sánchez en perjuicio del Estado de Derecho, desde que engañó con la moción de censura contra Mariano Rajoy-secuestrando la soberanía popular para convertirla en víctima de las más rastreras especulaciones personales, aprovechando el juego sucio de la política más barriobajera-, habla de la enfermedad crónica que aqueja a una democracia mal entendida para favorecer los más bajos instintos de la delicuescencia sectaria y tabernaria, con el objetivo de finiquitar el consenso que posibilitó cuarenta años de convivencia pacífica.

Con las negras sombras en lontananza de una tormenta propiciada por beligerancias dispares, con el mismo propósito de desestructurar al Estado español, no es aventurado advertir que estamos a merced de los caprichos maliciosos de una horda de estafadores dispuesta a sacar tajada de la disensión, la desintegración y el revanchismo, enfrentando a la sociedad y tildando de fascismo a todo aquello que defienda cuarenta años de progreso surgidos del perdón colectivo, la oportunidad del progreso y el trabajo conjunto para construir un país próspero y con garantías. Logros de millones de personas que un execrable ser surgido de la inestabilidad psíquica y el enfermizo ego propio de iluminados sin conciencia, está a punto de precipitar con tal de contentar su carencia de escrúpulos y amoralidad en que se basa su proyecto de psicopatía política.

En una democracia sin remilgos, capaz de protegerse de los impulsos delictivos de oportunistas sin moral, Pedro Sánchez habría sido puesto a disposición judicial por vulnerar los derechos constitucionales, engañar con premeditación con el fin de implosionar las instituciones, los pilares básicos de la construcción social. Porque golpismo es lo que ha ejercido el marrullero más inmundo que jamás se conoció en política, quien no ha dudado en abrir la caja de Pandora para adentrarnos en una etapa de incertidumbre que podría conducir a una sociedad vital y moderna como la española a los ignominiosos trances del conflicto civil. Y no sería casualidad que tan apestosos pescadores a río revuelto siguiesen un programa de destrucción democrática, rompiendo el equilibrio ideológico, la libertad de expresión y culto y cuantas provocaciones busquen para justificar una ofensiva estafadora que se diseña impunemente desde La Moncloa ocupada y, lo mismo da, con presidente en funciones; ya sea con secuestro de la soberanía popular o con pucherazo.

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De juego limpio no ha habido nada desde que Pedro Sánchez timó al PSOE en primarias. Y este estafador sigue impune plantificando una estafa que en nada difiere del delito común, sembrador de cizañas que ha encontrado en la traición un acomodo peligroso que violenta España.

Flaco favor se hace la democracia cuando no sabe defenderse de sus depredadores más viles. Bombardeados por una malignidad incesante, estos tiempos de reacción son demasiado prolongados y absurdamente sosegados, cuando una sirena de alarma trona ensordecedoramente en el cielo de nuestra Historia.

 

Autor

Ignacio Fernández Candela
Ignacio Fernández Candela
Editor de ÑTV ESPAÑA. Ensayista, novelista y poeta con quince libros publicados y cuatro más en ciernes. Crítico literario y pintor artístico de carácter profesional entre otras actividades. Ecléctico pero centrado. Prolífico columnista con miles de aportaciones en el campo sociopolítico que desarrolló en El Imparcial, Tribuna de España, Rambla Libre, DiarioAlicante, Levante, Informaciones, etc.
Dotado de una gran intuición analítica, es un damnificado directo de la tragedia del coronavirus al perder a su padre por eutanasia protocolaria sin poder velarlo y enterrado en soledad durante un confinamiento ilegal. En menos de un mes fue su mujer quien pasó por el mismo trance. Lleva pues consigo una inspiración crítica que abrasa las entrañas.
https://www.linkedin.com/in/ignacio-fern%C3%A1ndez-candela-59110419/
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JCrespo

La Constitución ha favorecido el llegar a donde estamos. No sólo por su ambigüedad en muchos términos sino, en mi opinión, por lo poco adecuada que fue para nuestra realidad histórica. Propiciando, en su organización territorial, por ejemplo, que el aldeanismo secular, el absurdo desprecio por lo propio de muchos y el odio a lo español de varios territorios, reviviera y se multiplicara.
Así, la dinámica de destrucción que aplica Sánchez es fácilmente ejecutada con la ayuda de esos monstruos odiadores que
este Régimen ha fortalecido.

Última edición: 7 meses hace por JCrespo
Aliena

«Parece mentira que en el apogeo de tantas victorias acumuladas durante cuarenta años, España DESCUBRIERA/DESCUBRIESE que su lucidez constitucional fue poca». Por favor, vuelvan a utilizar el subjuntivo donde corresponda o cambien el nombre de su tira demasiadas-veces-cómica, por ejemplo a «Con S de Spanglia» o «Con A de Anglospain».
Respecto a la afirmación respecto a esas fantásticas, en el doble sentido, victorias ( ah, sí, los «Años de plomo» fueron un cúmulo de triunfos, uauuuuu ), me remito a lo dicho anteriormente; hoy voy a considerar que es usted un humorista que deja en mantillas a José Mota o a Martes y Trece.

Geppetto

«Parece mentira que en el apogeo de tantas victorias acumuladas durante cuarenta años»
¿Se esta Vd choteando de los lectores o que?
Precisamente la decadencia de España comienza cuando los españoles aprueban esta bazofia a la que llaman Constitución, base fundamental de la destrucción nacional.
Claro qeu en un pais en el que se hace estudiar a los jóvenes que España comienza , precisamente, en 1808. año en el que la masonería comenzó la destruccion de España qu termino con la destrucción de la España de ultramar…cualquier cosa

JCrespo

Así es, los resultados de esos cuarenta años son una España arruinada y dependiente, una población mal educada y adoctrinada, en una buena parte. Con la nula defensa de un ejército débil de funcionarios con poco o nada de amor a la Patria.
En fin, dinamitaron hasta la demolición, una Nación, en la que han intervenido los del Psoe
(TODOS), PP y nacionalistas. Y Sánchez, ahora, rematando la faena…

Última edición: 7 meses hace por JCrespo
Miguel Sánchez Asenjo

Hola Ignacio:
 
Lamentablemente, disiento totalmente en eso de: «Los maravilloso 40
años», que solo nos han traído, ruina, desgracias, desolación y
destrucción de una España unida y ahora convertida en trozos, por los todos los
politicastros, favoritos del Régimen desvertebrador de nuestra Patria, con esos
17 reinos de Taifas.
 
Estoy de acuerdo en lo relativo a estos miserables, ROJOS, que les ha
salido de sus venas, esa avalancha de venganza, para situarse al margen de la
Ley que no está suficientemente clara, en una Constitución, que no deja de ser,
como hace mil años, yo bauticé, como «EL PANFLETO DEL 78»
 
Y sin duda, de aquellos polvos, estos lodos, mal olientes y de puro
estercolero, cuyo olor es nauseabundo e irrespirable.
 
Dejas al margen, a ese Partidito del Populacho, que no es más que la comparsa de la izquierda, cuyos mítines son para recoger votos de incautos, que una vez conseguido el Gobierno, son los verdaderos demonios, que llenan las arcas del separatismo, para contar con sus votos, que no derogan la Leyes ni Decretos, que prometieron eliminar, una vez sentaditos en la poltrona monclovita y en la que sus moradores, todos, la dejan estercolada, cada vez más.

Esos miserables masones, mentirosos, cobardes y traidores, son los culpables de esta situación prebélica, aunque para que lo fuera, debería haber más virilidad, que al parecer ya no existe  o está en un sueño tan profundo,  que no muestra ni cara, ni leguaje, ni cuerpo.

Un saludo,
Miguel Sánchez

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