22/12/2024 12:36

Los Valores y la Verdad son claves para crear un mundo de Fraternidad, objetivo que suena más comprometedor que la Solidaridad. La Verdad es un requisito esencial para que los Valores puedan manifestarse, mientras que la Mentira consciente los mata y la Mentira inconsciente los anula al provocar Confusión e Ignorancia.

Uno de los ejes para la auténtica democracia consiste en que exista claridad sobre los pensamientos ideológicos que inspiran la vida social y política. Hay tres de ellos, Marxismo, Nazismo y Fascismo, sobre los que es necesario reflexionar, son los que más han influido en el conflictivo siglo XX. Hagamos un breve análisis, ya transcurridos 25 años del siglo XXI, y preguntémonos ¿realmente se ha alcanzado una opinión clara, objetiva y generalizada sobre ellos? Presentémoslos por orden de aparición.

El Marxismo. Cabría cifrar su nacimiento en febrero de 1848, cuando Marx y Engels publicaron su Manifiesto Comunista que es el Catecismo de la ideología marxista. No nos engañemos, no debe calificarse de marxismo a cualquier ideología que, aunque se reclame marxista, no respete las ideas esenciales de Marx y Engels y, por tanto, del Manifiesto Comunista. No en vano, Engels, en su prólogo a la edición de 1888 (Marx ya había muerto en 1883) señaló que “el Manifiesto es un documento histórico que ya no tenemos derecho a modificar”, ratificando así su contenido íntegro. De hecho, el mejor intérprete de Marx y Engels fue Lenin, en su libro de 1917, El Estado y la Revolución, en el cual, de forma clara y directa, con sencillez y detalle, explica que lo que iba a aplicar era el Marxismo y así lo hizo a finales de ese mismo año, tras derrocar al régimen democrático republicano provisional que presidía Kerensky e implantar la primera dictadura del proletariado.

Marx y Engels apelaron a la violencia como método de cambio social. Entendían que la dictadura del proletariado era una fase previa para imponer el Marxismo en la vida social. Sus ideas ofrecen una visión integral del ser humano que nace del azar, transforma al mono en hombre por el desarrollo de las habilidades manuales y el trabajo. Da surgimiento al bien y el mal al optar por la propiedad privada de los medios de producción, inicialmente la tierra y el ganado, y después los talleres artesanos, las fábricas y todo el desarrollo industrial posterior, es decir todo lo que constituye el Capital.

La lucha social contra los detentores de la propiedad de los medios de producción es la que ha hecho evolucionar a la sociedad humana desde la etapa esclavista a la feudal, a la burguesa y a la capitalista. La cultura burguesa no más que una superestructura, es decir una ficción creada (religión, literatura, derecho, etc) creada para justificar la existencia de la propiedad privada de los medios de producción. La solución para los males del ser humano, para evitar que siga estando alienado de su vida social es acabar con la propiedad privada de los medios de producción y sustituirla por propiedad colectiva, lo que permitirá que surja el paraíso comunista. En él, las fuentes de riqueza manarán en plenitud y aflorará una cultura nueva en la que el ser humano gozará de plena libertad para manifestar su naturaleza.

El Nazismo. Cabe situar su nacimiento en febrero de 1920, cuando el Partido Obrero Alemán, al cual se había afiliado Hitler en 1919, se transformó en el Partido Nacional Socialista Obrero Alemán, aprobando a la vez un programa de 25 puntos, que Hitler afirmó que “era inmutable”.

En él cabe destacar el primordial papel que se otorgaba a la raza alemana y en concreto al objetivo de unificar a todos los alemanes en una Gran Alemania, a la exigencia de tierras y territorios (colonias) para el sustento del pueblo alemán, a la afirmación de que solo los miembros de la raza alemana podían ser ciudadanos de Alemania y se especificaba que ningún judío podía ser miembro de la raza alemana y, por ende, ciudadano alemán.

Se señalaba asimismo que el Estado tiene la obligación de proveer sustento y forma de vida a todos sus ciudadanos y que la actividad de los individuos no debe ser ir en contra de los intereses del conjunto, sino que debe actuar en el marco del beneficio de todos. Se proponía la abolición de las rentas no provenientes del trabajo (alquileres) y del pago de intereses. También se propugnaba la nacionalización de las grandes industrias, la colectivización de los grandes almacenes, la reforma agraria, la expropiación gratuita de terrenos para fines de utilidad pública y la prohibición de toda especulación sobre terrenos.

Se reconocía la libertad de culto, pero siempre y cuando no se opusiera a los conceptos morales de la raza aria.

Hitler publicó su libro “Mi lucha” en dos partes, una en 1925 y otra en 1926. En ellas, enfatizó la existencia de una conspiración judía para obtener el poder mundial, expresó su odio a los que consideraba los dos grandes males del mundo, el comunismo y el judaísmo. Señaló la necesidad de Alemania de expandirse hacia el Este, sobre todo hacia Rusia, para ganar su espacio vital​. Hitler llegó al poder, democráticamente, el 30 de enero de 1933. Maniobró dentro de la ley para llegar a obtener el poder total, cosa que logró en julio de 1934 al ilegalizar a todos los partidos, excepto al partido nazi, lo que le permitió poner en marcha los 25 puntos del programa nacional socialista.

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El 1 de septiembre de 1939, tras un acuerdo secreto con la URSS, invadió Polonia, lo que dio lugar a que Francia e Inglaterra le declararan la guerra. Dos años más tarde el 22 de junio de 1941 Hitler atacó a la URSS, dando lugar a que este país entrase en guerra, junto a Francia e Inglaterra, contra la Alemania nazi. En diciembre de 1941, Hitler declaró la guerra a Estados Unidos y la Guerra Mundial tuvo comienzo. Poco después, en enero de 1942, Hitler aprobó la “solución final a la cuestión judía” que llevó a la aniquilación de seis millones de judíos.

El Fascismo. Es mucho más difícil de definir porque no existe una ideología ni forma de gobierno «fascista» sistematizada y uniforme como tienen el Marxismo y el Nazismo.

Su figura de referencia es Benito Mussolini, el cual antes del final de la Primera Guerra Mundial, era un importante ideólogo obrerista y militante socialista. Sin embargo, sus ideas de exaltación nacionalista italiana lo llevaron a crear en marzo de 1919, en Milán, las Ligas Italianas de Combate (Fasci italiani di combattimento) las cuales por iniciativa suya se convirtieron, en noviembre de 1921, en el Partido Nacional Fascista (PNF), que se caracterizó por sus actividades violentas, antes y después de su toma del poder, y por su desprecio explícito de la legalidad institucional. Así, en octubre de 1922, tras movilizar a sus camisas negras a llevar a cabo la Marcha sobre Roma, el rey de Italia, Víctor Manuel III, ante el riesgo de una guerra civil, se vio obligado a nombrar Primer Ministro a Mussolini y entregarle el poder.

El PNF tenía sus raíces en el nacionalismo italiano que había llevado a la unificación del país y que era visto por la población como un paso para alcanzar una Italia moderna. Mussolini pretendía restaurar y ampliar los territorios italianos, que consideraba necesarios para que la nación pudiera afirmar su fuerza y su superioridad, y así evitar caer en decadencia. Consideraba que la Italia moderna era heredera de la Roma antigua y de su legado, por lo que apoyaba la creación de un Imperio Italiano que permitiera proporcionar un spazio vitale para la colonización italiana, así como el establecimiento de un control sobre el mar Mediterráneo. En esa línea realizó una política exterior expansiva y agresiva, que le llevó a intervenir e intentar colonizar a Libia en 1923, a Etiopía en 1936 y a Albania en 1939, entre otros territorios.

Promovió el establecimiento de un sistema económico corporativista en el que el empleador y el empleado estuvieran unidos en asociaciones, para representar colectivamente a los productores económicos de la nación y para trabajar junto al Estado y establecer una política económica nacional. Este sistema económico buscaba acabar con la lucha de clases a través de la cooperación entre clases y se oponía de forma radical al marxismo​

El fascismo no cuestionó la propiedad privada siempre que cumpliera lo que el Estado dictaminara como «función social». No alteró el sistema capitalista convencional más allá de una fuerte intervención del mercado, favoreciendo determinadas áreas de las grandes empresas industriales.

Fue apoyado por las clases económicamente poderosas, por ejemplo, la alta burguesía industrial o las familias conservadoras ricas, para oponerse a los movimientos obreros, al comunismo y a la democracia liberal. Esta es una de las razones, junto a su defensa de valores tradicionales como el patriotismo o la religiosidad, por la que se le suele considerar como un movimiento de derecha política, si bien también se dice que tiene conexiones doctrinales con la izquierda, por su programa económico social (proteccionismo, nacionalización, promoción de grandes empresas públicas, etc.)

¿Cuál de estas tres ideologías políticas ha sido peor para la Humanidad? Las tres fueron antidemocráticas y emplearon la violencia para tomar el poder. Para opinar sobre su grado de maldad veamos unos indicadores básicos: número de víctimas, duración y número de sus dictaduras, carácter genocida, expansión por el mundo, presencia en la actualidad.

Por número de víctimas, cabe achacar al Marxismo, según el Libro Negro del Comunismo, publicado en 1997, 100 millones de víctimas, detalladas por continentes y países. A ellas habría que añadir las que hayan provocado en los países que han seguido siendo marxistas o que lo haya intentado en estos 25 años transcurridos. Al Nazismo, según el Museo del Holocausto, inaugurado en Washington en 1993, cifra el número de víctimas en unos 17 millones. Respecto al Fascismo italiano no existen informaciones tan detalladas como las referidas al Marxismo y al Nazismo, si bien algunas estimaciones lo cifran cercano a un millón de víctimas.

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Por duración, la dictadura marxista lleva en el poder en China 75 años en China, 79 años en Corea del Norte, 65 años en Cuba. Asimismo, hasta la caída del comunismo en 1989, la URSS sufrió una dictadura de 72 años y los países de Europa del Este (Bulgaria, Rumanía, Hungría, Polonia, Checoslovaquia, Alemania del Este, Yugoslavia, Estonia, Letonia y Lituania) 44 años cada uno, etc. El Nazismo estuvo en el poder 12 años, desde 1933, y el Fascismo desde 1922 hasta 1943, es decir 21 años.

Por número de regímenes dictatoriales, el Marxismo ha inspirado, o inspira, a una treintena de dictaduras; el Nazismo a una, la de Hitler, si bien tuvo imitadores menores en otros países, pero en general si llegar al nivel genocida del Nazismo. El Fascismo inspiró fundamentalmente uno, el Fascismo italiano. No cabe comparar al Franquismo con el Fascismo por su origen (una Guerra Civil contra el Marxismo), si bien es cierto que en cuanto a ideología es cierto que el Falangismo tiene rasgos muy próximos al Fascismo italiano y que Franco, tras la Guerra Civil, lo tuvo como una inspiración a su dictadura, en particular en su primer decenio de mandato, imitando muchas de las políticas sociales del Fascismo italiano, tales como el Instituto Nacional de Industria, la protección social, el desarrollo del derecho laboral, y la política de vivienda social entre otras.

Por su carácter genocida, el Marxismo lo fue, por un lado, contra todos los propietarios de medios de producción industriales o agrarios, y por otro contra todo lo religioso, persiguiendo con saña a sacerdotes, monjes, miembros de clero y personas de ideología cristiana. El Nazismo fue genocida, en especial contra los judíos, pero también contra los gitanos y miembros de otras etnias consideradas inferiores. También lo fue contra los marxistas y contra los intelectuales liberales. El Fascismo no tuvo ese carácter genocida, si bien fue enemigo declarado de los marxistas y de los sindicatos obreros de izquierda.

En cuanto a su expansión por el mundo, el Marxismo es el que más lo ha realizado, llegando en los años setenta a ocupar un tercio de la superficie terrestre y a tener bajo su dominio a un tercio de la Humanidad. El Nazismo se expandió militarmente por Europa desde el año 1939 hasta su derrota total en 1945. El Fascismo se centró en Italia y además ocupó algunos territorios africanos y mediterráneos que perdió en la Segunda Guerra Mundial.

Por su pervivencia en la vida social, el peor ha sido el Marxismo que sigue vivo en regímenes como China, Corea del Norte, Cuba, Venezuela, Nicaragua y que amenaza con seguir expandiéndose por los países de Iberoamérica, África y Asia del Este. Además, sigue siendo aplaudido y está presente en círculos universitarios, culturales y medios de comunicación, muchos de los cuales aplauden la abolición de la cultura burguesa, aunque viven de ella y en ella, y a la que achacan ser producto del régimen capitalista. El Nazismo y el Fascismo desaparecieron, prácticamente, de la esfera política e intelectual tras el final de la Segunda Guerra Mundial.

La conclusión final es obvia: el Marxismo ha sido, con mucho, la peor ideología política y social, la más criminal, para la Humanidad. No obstante, sigue existiendo y, lo que es peor, se la sigue respetando por su presunto valor como promotora de la justicia social y del análisis científico de la historia y de la vida social del ser humano. ¿Cómo sostener esta afirmación hoy en día? Sólo es atribuible a la ignorancia o la complicidad. Opino que fundamentalmente a lo primero. Por ello si se quiere avanzar hacia la construcción de la gran Familia Humana, hay que enfrentarse a la Mentira ideológica y política del Marxismo. No cabe contemporizar, ni permanecer pasivo ante él como si fuera cosa del pasado. Es, imprescindible, estratégicamente, denunciarlo con datos y argumentos para sacar de su error a tantos engañados y contribuir a crear sociedades y un mundo, económica y socialmente, en armonía.

Enrique Miguel Sánchez Motos

Administrador Civil del Estado

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Autor

Enrique Miguel Sánchez Motos
Administrador Civil del Estado.
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Geppeto

Dan asco las tres Dictaduras de sicopatas y asesinos y culpables de crímenes e injusticias hacia la humanidad sobretodo hacia los más débiles

Proby

El Régimen de Franco NO fue una dictadura.

juan

Le ha faltado la mas criminal, Las democracias liberales actuales, habría que mirar cuantos países ha invadido EEUU, cuantas guerras ha provocado EEUU, cuantos muertos lleva Israel. Cuantos gobiernos ha quitado y puesto EEUU, y el sionismo. Cuanta gente, sobre todo niños mueren de hambre diariamente explotando recursos de países tercermundistas por EEUU, y sus aliados.

Proby

Los fascistas no eran psicópatas ni asesinos.

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