24/06/2024 13:55
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Insisto en lo mismo que denuncié el viernes pasado, porque me siento como una voz clamando en el desierto dirigiéndome a quienes se niegan a tener oídos para escuchar lo que debe ser dicho, y repetido hasta la saciedad, antes de que sea demasiado tarde.

Y es que estamos asistiendo (entre impávidos y asombrados) a una forma de ejercicio del poder absolutamente despótica, porque nada se nos dice de lo que hacen nuestros gobernantes, de lo que piensan hacer y de lo que han hecho. Así se viene comportando el Gobierno bicéfalo de Sanchez/Iglesias desde que tomó posesión y comenzó a dar “palos de ciego” o, más bien “palos a los ciegos” (que somos nosotros) porque ellos sí saben y son responsables de lo que hacen. La pandemia del COVID 19 ha venido a dar alas a esta forma despótica de gobernar, al tomar toda una serie de medidas ineficaces (a los hechos me remito), sin rendir la más mínima cuenta de ello.

Silencio absoluto cuando deberían existir explicaciones y discursos vacuos eludiendo responsabilidades que pretenden ocultar la realidad, porque los datos comunicados no han reflejado lo sucedido, sino que han sido acomodados para dar sensación de eficacia en la gestión de la pandemia. Sin embargo, ahí están los datos reales, que se filtran por los intersticios de la mentira, dejando al descubierto la absoluta desnudez de ideas de nuestros gobernantes y su comportamiento despótico. Porque despotismo es la ausencia de trasparencia en la gestión de lo público y despotismo es eludir cualquier clase de responsabilidad tanto por las medidas adoptadas como por las dejadas de adoptar.

El Estado de Derecho tiene sus reglas -ya lo he dicho en repetidas ocasiones- entre las que se encuentran la trasparencia y la libertad de crítica, como pilares básicos del mismo. Consecuencia de estos dos pilares, es la necesaria rendición de cuentas y la asunción de responsabilidad cuando se ha errado en las decisiones tomadas o dejadas de tomar, sin que resulte lícito eludirla o echar la culpa a otros. Nada de esto veo en este Gobierno, más ocupado por resucitar viejas heridas y divisiones entre los españoles que en procurar su bienestar, tanto sanitario como económico y social. Las cifras de nuevos contagios y fallecimientos son tan alarmantes como las de personas en el paro o empresarios en quiebra, sin que se esté haciendo nada eficaz por remediarlo.

Da auténtica vergüenza ajena oír hablar a la mayoría de los Ministros, que no saben lo que se traen entre manos, contradiciéndose y balbuceando explicaciones que nadie entiende. El inefable e inolvidable Mariano Ozores, al menos nos hacía reír (mientras que con estos dan ganas de llorar), lo cual es un espectáculo bochornoso. Que aún queden un montón de ERTEs por abonar o que tan solo una parte ínfima de los grandilocuentes Ingresos Mínimos Vitales hayan sido siquiera tramitados, es algo que clama al cielo. ¿Y de quien es la culpa? Pues de los funcionarios, (claro está según el Gobierno), que no dan abasto con tanto “papeleo”, porque, claro, a los ciudadanos se nos exige utilizar medios telemáticos para nuestra relación con las AAPP pero estas mismas Administraciones siguen sin contar con medios informáticos y telemáticos para trabajar. Vivir para ver y creer.

Pero como de todo esto ya he tratado en varios posts, voy ahora al grano de lo que pretendo trasmitir y que consiste en las continuas “cortinas de humo” que se lanzan cuando las cosas no pintan bien en lo realmente importante. Muestra clara de que lo único que persigue este Gobierno es la perpetuación en el poder, utilizando la vieja táctica de los emperadores romanos: “pan y circo” para entretener al pueblo. Porque “cortina de humo” y no otra cosa es la cacareada propuesta de Ley pomposamente llamada de Memoria Democrática, en donde, aparte de las disposiciones relativas a las exhumaciones de las víctimas (pero no de todas), se ilegaliza una Fundación, se convierte en cementerio civil el Valle de los Caídos, y lo que resulta ya escandaloso, se establecen toda una serie de medidas represivas, cuyo encaje con nuestra Constitución es más que dudoso.

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O sea, se crea nueva división entre los españoles, olvidando todo lo que se hizo para evitar esto en la “Transición,” y se refresca la memoria de una guerra civil, en donde se cometieron atrocidades por los dos bandos, pero se pretende dejar en el mayor de los olvidos la memoria de todos los asesinados por ETA pactando con Bildu y con los separatistas catalanes. Porque las leyes deben servir para regular los problemas existentes y resolverlos y, en modo alguno para crear problemas inexistentes y dividir el país.

El Desgobierno de Sanchez/Iglesias no tiene bastante con extender sus tentáculos a otros poderes que deberían ser independientes (Secondat dixit) y se lanza ahora a la división de los ciudadanos para garantizar su poder. El conocido dictum “divide et impera” vuelve agitarse en una España más dividida que nunca y amenaza con lanzarnos nuevamente a una lucha de todos contra todos, en donde no habrá vencedores sino solamente vencidos.

Vieja táctica que se utiliza en política y sociología, para definir una estrategia orientada a mantener bajo control a una población, dividiendo y fragmentando el poder de las distintas facciones o grupos existentes, de tal manera que no puedan reunirse en pos de un objetivo común (sencillamente, porque no existe) Y precisamente, para evitar uniones y entendimientos, quien ostenta o detenta el poder tiende a dividir y a crear disensiones y desconfianzas entre las distintas facciones, a fin de disminuir las posibilidades de uniones y entendimiento en contra de sí misma. En resumidas cuentas, la técnica permite a un poder central, (normalmente, un gobierno despótico), o, gobernar y dominar a una población mucho más numerosa, y de una forma relativamente simple.

La característica típica de esta técnica consiste, pues, en crear o alimentar disputas y controversias entre determinadas facciones ya existentes o creadas a propósito para alimentar el disenso. Al proceder de esta manera, se contribuye al debilitamiento y posterior deterioro de las relaciones entre las facciones dominadas, haciendo imposible o dificultando las alianzas o coaliciones entre ellas, lo que si se llegara a concretar podría cuestionar el orden establecido. Dicho de otro modo, y abreviando, quien se atreve a utilizar esta táctica corre el tremendo riesgo de que se vuelva en contra, lo que sucederá, de un modo y otro cuando las diversas facciones sean conscientes de que son utilizadas como mero instrumento de quien ha creado el disenso.

Ignoro si el dúo Sanchez/Iglesias es consciente de esto último, pero yo me limito a ponerlo de manifiesto y a dejar constancia de que mientras nos dejemos caer en la trampa, seguiremos perdiendo el tiempo. Exijamos, por tanto, las responsabilidades que tenemos derecho a exigir a quienes nos están gobernando de tan mala manera y no nos quedemos cegados, mirando al dedo cuando tenemos que ver la luna. Que las “cortinas de humo” no eviten que nuestras críticas se dirijan a lo realmente importante, que son los continuos desvaríos de un Gobierno que nos está llevando a la ruina y a la destrucción de la España que tanto nos ha costado levantar.

Porque ya está bien de empeñarse en que la memoria de los españoles se dirija hacia el pasado, pretendiendo que con eso se olvide de los muchos problemas que tenemos en el presente. Y ya está bien de que el Gobierno maneje a su antojo lo que debería ser independiente (poder judicial, fiscalía, Agencias y medios de comunicación) socavando la libertad de expresión. Con esto se pretende eliminar el significado de la Transición, para lo cual se utiliza la figura de Franco, cuando las cosas van mal, y se amarra la senda del “frente populismo” que es la meta real a donde pretenden dirigirnos. Y lo digo claro, pese a quien pese.

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La denominada ley de memoria democrática nada tiene de democrática, y es todo un insulto a la libertad de expresión, bajo la cual se pretenden ocultar los muchos errores de este Gobierno. ¿Acaso van a sancionar a quien afirme (como hago yo) que la Ley General de Educación fue la mejor que ha existido en materia de enseñanza? ¿Acaso esto, supone ensalzar alguna clase de crimen? ¿Qué pasa con los crímenes cometidos por el Frente Popular? ¿Va a prohibirse escribir sobre eso? ¿Y qué pasa con las Fundaciones a comunistas o filo-comunistas como la de Largo Caballero que, además, perciben subvenciones oficiales? Ya lo dijo Juvenal, “panem et circenses”, porque deben suponer que somos idiotas (y con frecuencia no puedo evitar pensar que es así).

Sin más pero también sin menos, me despido manteniendo mi sonrisa etrusca de jurista cabreado y deseando a todos un buen fin de semana, recordando que la memoria nunca debe ser utilizada para destruir el presente y el futuro, sino más bien, para recordar lo que nunca debemos volver a hacer ..

(1). Me remito, entre otros, a mi post PORQUE UNA EXPLICACIÓN OS DEBO … que puede ser consultado en el siguiente link: https://www.linkedin.com/pulse/porque-una-explicaci%C3%B3n-os-debo-jose-luis-villar-ezcurra

(2). Reitero lo dicho en mi post EL DESCONCIERTO NACIONAL: REFLEXIONES DE UN JURISTA CABREADO que puede ser consultado en el siguiente link: https://www.linkedin.com/pulse/el-desconcierto-nacional-reflexiones-de-un-jurista-villar-ezcurra/

(3) Charles Louis de Secondat era el verdadero nombre del barón de Montesquieu.

(4). El lema “divide et impera” se atribuye a Julio César, como es conocido y fue utilizado también por otros gobernantes entre los que destaca el propio Napoleón Bonaparte.

(5) Aclaro que ostenta el poder quien ha accedido al mismo de forma legítima y lo detenta quien no cumple con este requisito de legitimación, aunque haya obtenido el poder legalmente.

(6) La característica típica de esta técnica consiste pues en crear o alimentar disputas y controversias entre las facciones originales. Al proceder de esta manera, se contribuye al debilitamiento y posterior deterioro de las relaciones entre las facciones dominadas, haciendo imposible o dificultando las alianzas o coaliciones entre ellas, lo que si se llegara a concretar podría cuestionar el orden establecido

(7) Esta frase se origina en Roma en la Sátira X del poeta romano Juvenal y el texto original dice así: “… iam pridem, ex quo suffragia nulli uendimus, effudit curas; nam qui dabat olim imperium, fasces, legiones, omnia, nunc se continet atque duas tantum res anxius optat, panem et circenses.  “(Juvenal, Sátiras X, 77–81)

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