18/05/2024 04:25
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José-Ramón Ferrandis Muñoz nació en Valencia (España) en 1951. Es Técnico Comercial y Economista del Estado y Licenciado en Ciencias Políticas por la UCM. Desde finales de 2015 es director del Centro Diego de Covarrubias.

La asociación Luz de Trento organiza la conferencia de José-Ramón Ferrandis El Cambio Climático. La gran estafa del siglo XXI, basado en su reciente libro Crimen de Estado. Tendrá lugar en el espacio Ardemans el miércoles 18 de octubre a las 19:30.

Crimen de Estado. Este es un libro que intenta desenmascarar el fraude orquestado en torno al llamado cambio climático, antes calentamiento global. Las razones científicas que sustentan la teoría del calentamiento global son insostenibles, pero hay que demostrarlo. A partir de ahí, el autor decidió investigar cada uno de los elementos que intervienen en esa cosmología de andar por casa que se ha impuesto en el mundo por repetición incesante desde los medios, las instituciones universitarias y los organismos de Naciones Unidas. De ahí ha permeado a los gobiernos y a la normativa. Y esa normativa está empeorando nuestras vidas rápidamente. Lo que debía ser Ciencia ha devenido Religión. El autor trata el fenómeno analizando sus orígenes, los argumentos técnicos esgrimidos, las mediciones subyacentes, los patrocinios que existen, el respaldo que recibe y la divulgación que se realiza. Todos esos elementos y varios más son estudiados por el autor en un libro documentado y ordenado en el que no se deja de lado ninguna de las facetas de este movimiento milenarista y neomalthusiano que tiene un objetivo fundamental y varios secundarios.

¿En qué consiste la teoría canónica sobre el cambio climático?

Las emisiones de CO2 antropogénico estarían elevando notablemente la temperatura de la atmósfera terrestre y conduciendo al planeta a una situación insostenible.

¿Qué se entiende por cambio climático?

Un incremento de temperaturas debido a la intervención del ser humano en el clima.

Hace unos años se cambió la definición de Calentamiento global a la de cambio climático y luego a la de crisis climática. ¿Por qué este cambio?

Así es. Viene de antiguo. La idea es destruir el sistema de economía de mercado. La violencia no lo ha conseguido. La astucia, la mentira y la guerra cultural puede que lo logren, con ayuda de mantras pseudocientíficos.

Se cambia respecto a un estado previo. ¿Era estable? ¿Vivimos en un período excepcional? No.

Se entiende que el cambio es a peor. ¿Era mejor antes? Nunca.

En los últimos 500.000 años ha habido cambios notables en el clima de la Tierra (4 glaciaciones). Parecen cambios según un patrón. A tenor de su representación temporal, podemos concluir, a grandes rasgos, que estos cambios son cíclicos. ¿Sabemos a qué se deben?

Hay varias hipótesis. La más conocida y aceptada es la de los ciclos de Milankovich. Son dos elementos, esencialmente Uno se refiere a los movimientos de rotación de la Tierra, concretamente a la inclinación de su eje. Las variaciones de su oblicuidad agudizan las estaciones. Son ciclos de 41.000 años. Otro versa sobre los movimientos de traslación en la órbita terrestre, concretamente los cambios en la excentricidad, que oscila entre circular y elíptica, con acercamientos y alejamientos del sol. Son ciclos de 100.000 años. También se estudia la precesión de las estaciones como tercer movimiento cíclico. En astronomía, la precesión de los equinoccios o precesión axial es el cambio lento y gradual en la orientación del eje de rotación de la Tierra, como una peonza.

Del mismo modo -aunque luego nos centremos en él-, ¿ha habido en el pasado concentraciones atmosféricas de CO2 superiores a las actuales? ¿qué pasó?

Mucho mayores. Estamos cerca del mínimo histórico. Ninguna catástrofe por ello.

¿Qué son el Óptimo Climático Medieval y la Pequeña Edad de Hielo?

Directas e indirectas. Anotaciones, relatos, pinturas, dibujos. Y la variación en el cultivo de especies en función de las temperaturas, grosso modo.

¿Hay que temer las consecuencias del calentamiento actual?

No, en absoluto. Llevamos prácticamente desde 1998 sin calentamiento alguno.

¿Qué nivel de acierto han tenido las previsiones de calentamiento para fechas ya pasadas? Los modelos del clima están hechos por ordenador, los cuales dependen de parámetros hechos por humanos. ¿Nos podemos fiar de las predicciones de estos modelos?

No han dado ni una. Ni una. Ni una.

¿Alguna de las catástrofes habitualmente vinculadas al cambio climático (inundaciones, sequías, terremotos…) lo ha sido en base a datos?

Ni una. Y cada vez hay menos huracanes, de menos energía, menos sequías y las mismas lluvias torrenciales.

¿Hay cada vez más muertes vinculadas al clima?

No, al contrario.

¿En qué consiste el llamado efecto invernadero?

La energía solar de onda corta genera calor. Éste quedaría atrapado por los cristales del invernadero. En el caso de la Tierra, por los gases de efecto invernadero.

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¿En qué proporción es responsable de ese efecto el CO2? 3%

¿Por qué centrarnos en el CO2 y no en el vapor de agua, proporcionalmente mucho más presente?

Porque éste no es gravable y el ser humano no lo emite. No importa que sea el 95% del total de los GEI.

¿Cuál es el papel del Sol? ¿se me escapa alguna razón fundamental, o hay aquí de nuevo una deformación de la perspectiva descomunal?

No pueden culpabilizar, gravar ni destruir el Sol ni los océanos.

¿Existen pruebas que responsabilicen al CO2 del calentamiento global?

No.

Se ha criminalizado al CO2 como agente del calentamiento global. ¿Es el CO2 realmente el causante del calentamiento global? ¿Es el CO2 un contaminante? ¿Es beneficioso el CO2? ¿Sabemos qué parte del CO2 atmosférico es de origen humano?

El 3%. Lo dice el IPCC.

No se ve la correlación CO2-temperatura, pero en Geología, primero llega el calor y luego el CO2. ¿No es al revés?

Es muy técnico. Se refiere al intercambio de CO2 entre la atmósfera y los océanos. Habría tres vías. La primera es que el viento, al barrer una tierra desprovista de vegetación por ser el clima frío más árido, depositaba en el mar polvo rico en hierro. Eso aumentaba la actividad fitoplanctónica y por tanto fijaba el CO2 atmosférico, disminuyendo su concentración en el aire. La segunda es la ralentización de la desnitrificación, es decir, el trasvase de nitrógenos desde el agua a la atmósfera. El descenso de la desnitrificación aumenta el plancton y su fijación de CO2, que inversamente, disminuye en la atmósfera. Y el tercero es la congelación del mar, donde el hielo actúa de barrera al paso del aire a la atmósfera. Bueno, pues con los cambios de Milankovich, al calentarse la Tierra, se invierten los procesos: primero llega el calor y luego se incrementa el CO2.

El CO2 pierde efectividad para calentar la atmósfera según aumenta su concentración, se dice. Es así. En el libro lo indico con claridad. Es una función logarítmica. A título de ejemplo, cuando alcancemos (si lo hacemos) las 820 ppm, la temperatura se elevará sólo 0,35°C. Al ritmo actual, eso será dentro de 150 años.

¿Cuál es el gas de efecto invernadero más capaz de calentar la atmósfera terrestre?

El forzamiento es por el vapor de agua, sin duda. Es el ciclo del agua. A su vez, este está condicionado (pero no determinado) por el sol.

¿Es la ciencia la que explica el cambio climático?

No, es lo de siempre, la lucha contra el capitalismo, que en puridad es la economía de mercado. El Malthusianismo es anterior y el neomalthusianismo es ridículamente actual.

¿Se ha politizado la ciencia del clima? ¿Son científicas las políticas climáticas? ¿Es científico apelar al consenso?

Consenso y Ciencia son términos antitéticos.

¿Se ha convertido la ciencia del clima en una especie de “religión”, en la cual se ha abandonado el debate científico? ¿Existe una especie de “dogma” climático, del cual no se debe disentir?

¿Qué es el IPCC? ¿Qué busca?

El IPCC es una institución estable y de composición cambiante, auspiciada por la ONU, constituida por 2 personas por gobierno (unos 120). Publicita cómo cambia el clima por la acción del hombre. Alerta sobre el calentamiento global.

¿Cuándo aparece el IPCC?

El IPCC nace en 1988, integrada por el Programa de Medio Ambiente de Naciones Unidas (UNEP) y la Organización Meteorológica Mundial (WMO).

¿Es un organismo científico?

Es político, utilizando informes elaborados por científicos.

¿Qué clases de informes elabora?

El IPCC realiza un informe científico para científicos y otro para políticos, creadores de opinión, lobbies y ONGs. Éste segundo se halla sesgado y manipulado. En ninguno de ellos recoge aspectos distintos del CO2. El IPCC ha realizado por el momento 8 informes: 1990/1995/2001/2007/2014/2019/2021/2023. Técnicamente son 6, pero hay dos extra.

¿Para qué se hacen esos informes?

La creación del IPCC está relacionada con el activismo medioambiental, la política y el oportunismo, pero no con la ciencia. Es fundamentalismo pseudorreligioso. En los análisis del IPCC, la ideología prima sobre las evidencias. El IPCC está comisionado para tratar única y exclusivamente con la influencia humana sobre el clima. No busca explicaciones naturales.

Lo que más llama la atención son las predicciones sobre el futuro del clima. Sí, en los informes (de centenares de páginas) para científicos aparecen verdades como puños, que luego desaparecen en los informes (de apenas 20 páginas) para los medios, los burócratas y los políticos. Aquí, el IPCC se desentiende de la metodología para entrar de lleno en el marketing político. Resume todo en estimaciones probabilísticas, que son imprecisas, asimétricas, incompletas y subjetivas.

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¿Sirven los modelos del clima para predecir el clima del futuro?

No. Se construyen sesgados y nunca dan resultados, siquiera aproximados, sobre las temperaturas que van a tener lugar. Todos los modelos yerran al alza, por cierto.

¿Coinciden todos?

Todos se equivocan al prever temperaturas que se sitúan por encima de la realidad. Eso es estadísticamente imposible, pues hablamos de centenares, si no miles, así que…

¿Qué es el “palo de hockey”? ¿Qué papel ha jugado?

La gráfica de Mann, Bradley y Hughes (1988, Nature) mimetiza un palo de hockey sobre hielo. La base es recta y el extremo asciende fuertemente. Según ellos, mimetiza lo ocurrido desde hace mil años hasta la Revolución Industrial y su incremento en la emisión de CO2. Se basa en un análisis de indicadores indirectos (proxy data) analizando los anillos del Bristlecone Pine, Pinus Longaeva). Si fuera cierto, mostraría una correlación (no una causación, pero no les hagamos pensar más de la cuenta) entre emisiones de CO2 y ascenso de las temperaturas. Pero es falso.

¿Representa el pasado? No.

¿Qué influencia ha tenido en la opinión dominante?

Yo diría que toda: es sencillo, intuitivo y rotundo.

¿Contiene errores?

Muchos. Sólo considera crecimientos estacionales, zonas templadas y zonas locales. Desconsidera otras variables (H2O, CO2, fuego, pluviometría). Tiene problemas de interpretación. Presenta errores de cotejo. Realiza truncamientos de series no justificados. No tiene en cuenta intervenciones humanas fertilizando esos árboles. Efectúa extrapolaciones de datos de origen. Adolece de errores de situación geográfica. Calcula erróneamente los datos principales. Ejecuta erróneamente el control de calidad. Falsea datos: en 1940 no asciende, sino desciende la temperatura.

¿Qué es el Climategate?

Es la manipulación de la información científica para hacer aparecer un inexistente calentamiento global antropogénico. Tuvo lugar en la Climate Research Unit de la East Anglia University. Se supo por un hacker que lo divulgó el 17/11/2009.

¿Se manipulan los datos?

Se realizan ajustes por las razones más sorprendentes. Todas son al alza, curiosamente. Y afectan a las series pasadas, que se deprimen para que el tramo actual sea más alto. También se retocan las mediciones de satélites.

¿Es más peligroso para el ser humano el calentamiento o las prohibiciones y el intervencionismo?

Por supuesto, las medidas. Sirva de ejemplo la suicida decisión del Parlamento Europeo de 14 de febrero de 2023 sobre prohibición de venta de vehículos de motor de explosión en el ámbito que quede de la Unión Europea. Opera contra la gente de a pie, es criminal. Les importa cero.

La llamada transición energética en al UE, ¿qué va a conseguir?

No, no es posible. No salen los números, pero eso importa poco. Nunca han hecho los cálculos. Se trata de aplicar la Agenda 2030, para la que tienen gigantescos incentivos. Son élites procedentes de muchos años de selección inversa, ajenas a los valores de la excelencia, el cristianismo y la verdad.

¿Es el caso de Alemania un anticipo de lo que nos espera, acabar emitiendo más CO2 que antes?

Cuando se alcanza ese nivel de estupidez institucional y respaldo popular vía votos, cualquier cosa es posible. Alemania está especialmente indicada para mostrar que a veces no hay límites a la sinrazón. En este caso de nuestros días, el decomisionado de las centrales de generación de energía atómica y la dependencia de Moscú en materia de gas natural han mostrado su verdadera cara en cosa de pocos años.

Autor

Javier Navascués
Javier Navascués
Subdirector de Ñ TV España. Presentador de radio y TV, speaker y guionista.

Ha sido redactor deportivo de El Periódico de Aragón y Canal 44. Ha colaborado en medios como EWTN, Radio María, NSE, y Canal Sant Josep y Agnus Dei Prod. Actor en el documental del Cura de Ars y en otro trabajo contra el marxismo cultural, John Navasco. Tiene vídeos virales como El Master Plan o El Valle no se toca.

Tiene un blog en InfoCatólica y participa en medios como Somatemps, Tradición Viva, Ahora Información, Gloria TV, Español Digital y Radio Reconquista en Dallas, Texas. Colaboró con Javier Cárdenas en su podcast de OKDIARIO.
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Geppetto

El cambio energetico y de consumo de materias de primera necesidad que se pretende hacer apoyado en esa real estafa llamada crisis climática va a destrozar, de hecho ya lo esta haciendo, todo occidente.
No se lo que pretenden conseguir los padrinos de esta chaladura y no se lo que creen que van a conseguir esos millones de necios que acriticos que lo apoyan, los que si es seguro es que estan destrozando el mundo de sus mayores y el de las generaciones venideras.
No es una estafa, que tambien, es una enorme canallada cuya factura dejara a Occidnte a la altura de los barbaros del norte, esta vez capitaneados por los asquerosos que escribieron los Protocolos de los Sabios ancianos de Sion… en increíblemente de los Chinos

JCrespo

El cambio climático es un instrumento para promulgar todo tipo de leyes y normas para seguir controlando con mano de hierro a la población. De ahí derivará en plagas y otras desgracias contra la gente lo que permitirá encerrarla, con lo que todo ello supondría. Además de seguir manteniendo a los Pueblos asustados y sumisos.
El cambio que tanto pregonan sus más grandes colaboradores, como son casi todos los Medios de Comunicación, que no es real, es producido con medidas tecnológicas. Si no sólo hay que mirar hacia los cielos y ver la actividad frenética de los aviones encargados de deshacer nubes o en otras misiones que muy bien pueden ser esparcir productos químicos. Y de otras formas, me temo también, de alteración de sucesos naturales.
Cabría la esperanza de desenmascaramiento y lucha enérgica contra ésto, con una actitud crítica y contestataria de todos los que lo padecemos y las denuncias anónimas de profesionales implicados (antes de que los eliminen del todo) .

JCrespo

Que eliminen del todo a los informadores independientes, me refiero.

Hakenkreuz

Excelente entrevista. Enhorabuena (este artículo sí responde al lema del medio digital).

Lo que dice un economista hay que tenerlo muy en cuenta, pues son expertos en lo que se dio en llamar en el pasado dismal science, y están curados contra muchísimos engaños en los que suele caer la mayoría de población, conocen como nadie los trucos del padre de la mentira para engañar y seducir. De hecho, la crisis de las sub prime de 2007 y la quiebra de Lehman Brothers, dejaron en entredicho esa estrategia generalizada de poner, junto a los saben, los economistas, a físicos, matemáticos e ingenieros en los departamentos financieros de los bancos de inversión, pues a pesar de su excelente formación matemática, tenían tendencia a considerar el comportamiento financiero y las variables financieras tan predecibles como las de la física de partículas o el comportamiento de máquinas sofisticadas. Sus modelos de previsión econométrica y de series temporales acabaron siendo un auténtico fiasco, impotentes para predecir el elevado riesgo de crédito y el riesgo moral de los fondos de titulización de las entidades políticas Fanny Mae y Freddie Mac, origen de la crisis financiera que acabó siendo mundial.

Efectivamente, como bien dice este señor, la idolatría climática es puramente política, nada que ver con la ciencia, eso sí, apoyada por potentísimos medios de comunicación progresistas (casi todos los grandes) que no paran de engañar en sus interminables mentiras (eso sí que es contaminación de almas). Por favor, no llamen «religión» a lo que es idolatría. Si los católicos empezamos a acostumbrarnos, por pura diplomacia ecuménica del «todo vale» y política o de conveniencia de quedar bien ante los que no son de Cristo, a llamar religión (culto a Dios), a cualquier cosa, que luego nadie se lleve las manos a la cabeza con tanto llanto y rechinar de dientes, pues los primeros relativistas o subjetivistas morales somos nosotros. No hay más que un solo Dios, uno y trino, luego solo hay una religión, la católica o cristiana verdadera (católico y cristiano son sinónimos, como protestante y luterano o calvinista). Si hay varias «religiones» se admiten varios «dioses», es decir, el panteísmo, herejía clara. Antes, al menos, se decía, imprecisamente también, «la única religión verdadera, la católica apostólica romana». Hoy, ni eso. Empecemos por llamar al pan pan y al vino vino, religión a la católica, idolatrías a los demás cultos fuera de Dios, aunque nos lapiden incluso en la propia Iglesia. O de otro modo, ¿qué sentido tiene el rezo del Credo si para la salvación no es necesario ser fiel a Cristo, no es necesario bautizarse en el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo?

No hay temperaturas tomadas en multitud de lugares del mundo durante siglos, pero sí hay registros parroquiales en Europa desde hace más de un milenio (la Iglesia también es depósito de sabiduría). Muchos han sobrevivido a las guerras y oleadas anticlericales del pasado. Y sus datos sobre cosechas, nacimientos, defunciones, recursos, etc., arrojan datos que los que estudian el clima no han podido despreciar para descartar anomalías climáticas que no existen en la actualidad (de ahí el cambio de «calentamiento global» a «cambio climático», luego «crisis climática»). Así se sabe que los siglos XIV y XVII fueron siglos de importantes alteraciones en las temperaturas y que éstas se dieron a lo largo de miles de años como algo natural (Groenlandia ya lleva en su nombre lo que esa tierra septentrional fue en el pasado).

Toda esta idolatría climática policial, totalitaria y criminalizadora de toda voz disidente, no obedede a otra cosa que a la expansión mundial del marxismo, como muy bien afirma este economista. Lo curioso es que precisamente los países comunistas y socialistas son los que, desde 1917, más despilfarros, atentados contra el medio, ruina, contaminación incontrolada y destrucción de la naturaleza han provocado en las naciones en las que han hecho prevalecer su infierno con terror y muerte generalizados. Rusia hoy, tiene extensiones totalmente contaminadas (ríos, bosques, lagos, costas, tierras, etc.), intransitables, incluso con radiación nuclear, todo herencia del infierno del comunismo soviético. Y los marxistas de todas las naciones son los más implacables dictadores «ecologistas» policiales contra la industria occidental, excepto la ubicada en la nación que contamina más que todas las demás juntas, la comunista China. Se aprovechan de su potentísima propaganda, engañan y seducen a la población con sentimentalismos falsos sobre los animales y la naturaleza, manipulados claramente según su conveniencia política.

Con respecto a T. R. Malthus y el estúpido contumaz neomalthusianismo, la «alarma» de estas personas está en que la población ha pasado en tan solo un siglo de 2000 a 8000 millones de personas, es decir, se ha cuadruplicado. Y como todo el mundo quiere vivir con bienestar (que no tiene porqué ser despilfarro, hedonismo, superficialidad, consumismo y nihilismo), la escala de producción se tiene que multiplicar, y eso lo consideran peligroso dada la escasez de recursos naturales, como si hoy se produjese con la tecnología de la Revolución Industrial, como si hoy no se produjese cien veces más contaminando lo mismo (contaminan hasta los volcanes, pero eso no cuenta para la idolatría climática). Por eso no dejan de hablar de «sostenibilidad». El hecho es que el reverendo protestante inglés, en un contexto de bloqueo sobre UK de Napoleón que obligó a poner en cultivo tierras de menor rendimiento para suplir el comercio exterior, afirmó que la población crece en progresión geométrica (el dato lo obtuvo de USA, que en los últimos 25 años del siglo XVIII, se duplicó) y que los alimentos solo lo hacen en progresión aritmética, con lo cual, inevitablemente entrarían en acción los frenos positivos al crecimiento poblacional (hambre, guerras, epidemias, etc.). Y este argumento erróneo, se repite una y otra vez por las mentes más limitadas y susceptibles de engaño y seducción de la mentira demoníaca, como el argumento laboral falaz del ludismo, por ejemplo, que a tantísimos tiene engañados. Thomas Robert Malthus, por cierto, fue el primer economista partidario de la católica paternidad responsable, es decir, de obligar a los padres británicos por ley a hacerse cargo de sus hijos y no desentenderse como si la criatura no tuviera nada que ver con ellos (propio de la barbarie pre cristiana y, actualmente, de la mucho más satánica barbarie abortista).

La historia de los dos últimos siglos ha demostrado que los alimentos crecen muy por encima de la población en todo el mundo (en España, sin ir más lejos, como en muchos otros países occidentales, la tierra cultivada no deja de reducirse, en parte gracias a una agricultura más intensiva. España se llena de eriales), que los factores de atraso no se deben a cuestión de recursos económicos, financieros, infraestructuras, educación o ayuda económica (a África se la ha inundado de generosísimas ayudas de todo tipo desde los años sesenta del siglo pasado, cuando los países obtuvieron su «independencia», ayudas que, aparte de la inconmensurable corrupción generada, lejos de hacer crecer esos países, hicieron de sus poblaciones dependientes totales que no sabían otro modo de vivir sin ellas y ni se preocupaban. De ahí tanta inmigración hacia Europa, donde buscan todo gratis y sin trabajar actualmente), sino a la forma de vida de las naciones atrasadas (sus valores, su moral, su fe). Una nación que no tiene un modo de vida cristiano o católico, no puede prosperar. Guinea Ecuatorial, nación africana de pasado español y católico, es la nación más rica en PIB per cápita PPA, más próspera y con mejor futuro de toda África. Otro tanto pasaría con toda Hispanoamérica si se hubiesen mantenido unidas a España y fieles a Cristo, en lugar de dejarse seducir por los iluminados, masones, liberal conservadores, marxistas y demás populistas corruptos como satanás. El factor cristianizador ha demostrado ser crucial en la prosperidad de toda nación a lo largo de la historia. Son los verdaderos misioneros católicos los que más han hecho por la prosperidad económica local en todo lugar donde se asientan. Ellos prueban que sin el Señor nada podemos hacer. No de ayudas depende la prosperidad, sino de conversión y evangelización firmes y perseverantes, porque cumplir la Voluntad de Dios atrae el bien generalizado, aun con la oposición de los que están contra Cristo.
Además, las pautas demográficas han cambiado considerablemente, y ya ni en los países pobres se multiplica la población con tanta prodigalidad como hace tan siquiera tres o cuatro décadas. La caída de la natalidad ya alcanza a África. Y en el entorno local y próspero de los misioneros católicos, predomina la familia tradicional y la paternidad responsable (cimiento de prosperidad nacional). La población mundial tenderá a estabilizarse de seguir la tendencia actual.

Con respecto a la falacia de la «sostenibiliad», es el propio mercado como asignación de recursos el que limita la sobreexplotación de un recurso, sea minero, sea pesquero, sea maderero o sea de tierra, pues en la medida en que las capturas se hacen más escasas (por agotamiento gradual del caladero), el mineral se hace más inaccesible (porque hay que abrir nuevas excavaciones o profundizar más), la madera más escasa (porque la tala hace buscar la madera cada vez más lejos y en lugares más inaccesibles e inhóspitos) y la tierra pierde capacidad por agotamiento (cosechas continuadas sin barbecho), los costes de producción se elevan de tal modo que el recurso se hace demasiado caro (por escaso) como para incentivar, vía beneficios esperados, a innumerables inversores, emprendedores e innovadores para buscar sustitutos e innovaciones nuevas que generen una mayor producción a un menor coste, y los caladeros, las minas, los bosques y la tierra dejan de ser rentables, permitiendo su gradual recuperación en el tiempo. Ese es el mecanismo de mercado que tiende a mantener los recursos correctamente utilizados en el tiempo, algo que es imposible si los incentivos se sustituyen por decisiones dictatoriales arbitrarias políticas de un órgano de planificación como el de los países socialistas y demócratas cada vez más, en los que los costes, incluso los humanos, no cuentan para nada. Esos son los que agotan y destruyen recursos y naturaleza (incluida vida humana y animal) sin dejarla recuperarse. Ese es el falso y dictatorial «ecologismo» marxista, esa idolatría climática y de «sostenibilidad».

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