23/11/2024 00:09
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Veinte buitres negros (trece hembras y siete machos) recobraron ayer la libertad y pasaron a formar parte de la incipiente colonia de esta especie que se ha formado en la Sierra de la Demanda. Al emprender los primeros vuelos con los emisores GPS que portan para facilitar su seguimiento, estas aves se han unido a los más de medio centenar de ejemplares ya liberados desde 2017 en la zona de reintroducción de la especie habilitada en el municipio de Huerta de Arriba (Burgos).
Uno de los veinte buitres negros liberados en la Sierra de la Demanda levanta el vuelo. Foto: GREFA.
La iniciativa parte del Proyecto Monachus, liderado por la asociación conservacionista GREFA, que gracias al marcaje con emisores GPS de esas aves está siguiendo al detalle sus movimientos por la zona de suelta durante las primeras horas de su vida en libertad y podrá rastrear los desplazamientos que emprendan a partir de ahora. «Lo ideal es que los buitres negros que acabamos de liberar no se vayan de la zona de suelta, pero si se alejan de ella en sus movimientos dispersivos, esperamos que regresen en algún momento para reproducirse», indica el biólogo Iván Peragón, responsable del Proyecto Monachus de GREFA en la Sierra de la Demanda.

«El hecho de que las aves liberadas hayan estado varios meses en el jaulón de aclimatación para el buitre negro que hemos construido en Huerta de Arriba ha sido fundamental para que lleguen a vincularse de por vida al territorio en el que han sido reintroducidas», explica Peragón. Unos treinta buitres negros liberados en años anteriores permanecen asentados en esta zona de reintroducción. A ellos se suma un número variable de ejemplares exógenos (procedentes de otras colonias), entre catorce y veinte, que se han acabado fijando a la incipiente población creada gracias a estas reintroducciones.

El mejor indicativo del éxito del proyecto es que ya sobrevuelan los cielos de la Sierra de la Demanda dos buitres negros nacidos en 2021 en la zona, donde no ocurría algo así desde hace más de medio siglo. Estos nacimientos son todo un hito en el proceso de consolidación de la primera colonia reproductora de buitre negro en tiempos recientes en el extenso ámbito geográfico del Sistema Ibérico.

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Unos de los buitres negros liberados en la Sierra de la Demanda, tras abandonar el jaulón de aclimatación. Foto: GREFA.
Colaboración a varias bandas
Tras la apertura de la puerta del jaulón de aclimatación al amanecer, los veinte buitres negros fueron saliendo a su libre albedrío para iniciar su vida en libertad, bajo la atenta mirada y el estrecho seguimiento de un amplio equipo de GREFA asistido por agentes medioambientales y forestales de Castilla y León y La Rioja.

Casi todos los buitres negros liberados ayer han sido cedidos por diferentes comunidades autónomas (Castilla y León, La Rioja, Cantabria, Asturias, Castilla-La Mancha y la Comunidad de Madrid) y proceden en su mayoría de centros de recuperación de fauna silvestre donde ingresaron en su momento por diferentes motivos. Hay cinco de ellos que tienen un origen diferente, ya que han nacido en el centro de cría en cautividad de la especie que GREFA tiene en Majadahonda (Madrid).

La colaboración con el Proyecto Monachus de la Junta de Castilla y León y del Gobierno de la Rioja ha permitido el trabajo conjunto en favor del buitre negro en la Sierra de la Demanda. También ha dado su apoyo la Fundación Biodiversidad del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, así como las compañías Red Eléctrica de España y EDPR, entre otros organismos y entidades.

Se da la circunstancia de que EDPR ha querido implicarse de manera especial en el proyecto con el apadrinamiento de cinco de los buitres negros que se acaban de soltar. También el grupo de rock burgalés Eslabón, colaborador del Proyecto Monachus, ha accedido a apadrinar otro buitre negro liberado, que lleva el nombre de esta formación.

Proyecto similar en Pirineos
Con el Proyecto Monachus GREFA intenta contribuir a la recuperación del buitre negro en toda Europa. Ejemplo de ello es la Reserva de Boumort (Lleida). A través de una actuación similar, en la que también participa el Proyecto Monachus en colaboración con otros organismos, entidades y asociaciones, se ha creado en esta zona del Pirineo catalán una colonia de más de sesenta ejemplares y casi veinte parejas reproductoras, de las que han nacido medio centenar de pollos desde el inicio del proyecto hace más de diez años.

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En 2021 quince parejas de esta colonia pirenaica llegaron a hacer su puesta, siendo finalmente siete las que han logrado sacar adelante con éxito otros tantos pollos.

Mediante un protocolo similar al desarrollado ayer en la Sierra de la Demanda, en pocos días GREFA, con la colaboración de la Reserva de Boumort y la Generalitat de Cataluña, liberará seis buitres negros mantenidos en un jaulón de aclimatación en la zona. Se trata de cuatro machos y dos hembras, todos ellos ejemplares jóvenes que han sido rehabilitados en varios centros de recuperación de fauna salvaje.

«La cesión de buitres negros rehabilitados y su liberación en zonas como la Sierra de la Demanda y la Reserva de Boumort es uno de los ejemplos más evidentes de colaboración entre comunidades autónomas con el objetivo de recuperar a una especie amenazada en nuestro país», indica Ernesto Álvarez, presidente de GREFA.  

«Una importante aportación de estos proyectos es que la gente de las zonas donde reintroducimos buitres negros se empieza a dar cuenta de que las aves necrófagas o carroñeras prestan un importante servicio en los ecosistemas al limpiar el campo de cadáveres de animales, impidiendo así la propagación de enfermedades entre la fauna salvaje, la ganadería e incluso sobre la población humana», recuerda Álvarez.

 
 

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