Como viene siendo habitual cada cierto tiempo, vuelven a escucharse voces que claman por la expulsión de la religión de los colegios. En esta ocasión ha sido por la reciente noticia publicada1 en la que leemos que Rocío Monasterio, portavoz de Vox en la Asamblea de la CAM, ha propuesto que se controlen los contenidos que dan los profesores de religión islámica en dicha Comunidad de Madrid. El fin sería alejar a los alumnos matriculados en esa clase, del salafismo que está causando terror en muchos lugares de Europa.
Y aprovechando esta noticia, los defensores de una escuela laica vuelven a las andadas contra la religión católica que tanto les escuece.
Nuevamente habrá que refrescar la memoria o enseñar a aquellos sin el conocimiento pertinente en estos asuntos, que desde el año 1976 permanecen en vigor los acuerdos entre la Santa Sede y el Estado Español en la cuestión de la enseñanza de la religión católica. Les guste o no, ahí están garantizando el derecho de los padres a elegir voluntariamente la asignatura de religión según el derecho fundamental de los padres sobre la educación moral y religiosa de sus hijos en el ámbito escolar2.
No podemos olvidar tampoco los muchos artículos nacionales e internacionales que corroboran este derecho educativo de los padres en materia religiosa de sus hijos. Repito, les guste o no, ahí están. Podría citar el artículo 18 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, la Carta de Derechos Fundamentales de la UE o la Constitución española, entre otros.
Con respecto a la asignatura de religión islámica, también hemos de tener en cuenta el acuerdo de Cooperación firmado en 1992 entre el Estado español y la Comisión Islámica de España3. Evidentemente, teniendo en cuenta las diversas ramificaciones del islam, no podemos permitir que dentro de las cuatro paredes en las que están metidos los alumnos, se les lave el cerebro con ideas e interpretaciones extremistas del Islam, dada la proliferación significativa de organizaciones yihadistas suníes alrededor del mundo4 que manan de la escuela de pensamiento salafismo yihadista. De ahí que sería conveniente revisar sus contenidos.
Se habla de un Estado laico. No me voy a detener mucho más, (pues ya lo he comentado en más de una ocasión), en explicar que laico y aconfesional son términos inexistentes en la Constitución Española. Que un Estado y un sistema educativo sean laicos, no incluye que sean ateos o laicistas, que no es lo mismo que laico5. Las corrientes laicistas lo que tratan es de desterrar todos los principios religiosos que nos unen como pueblo y que nos desarrollan positivamente como personas, en favor de una serie de ideologías laicistas que impone el Estado como la nueva religión a la que obedecer. Y ni qué decir tiene, que la religión católica es la gran perseguida. De esta manera, se considera correcta una educación sexual de género obligatoria para todos, pero se critica que, optativamente, exista la religión en las escuelas.
Que una familia sea atea y no desee que su hijo reciba ninguna enseñanza religiosa es de respetar. Sin embargo, la religión no es un “adoctrinamiento” como algunos pretenden. Abre la mente al conocimiento de las raíces culturales que sustentan la civilización europea e hispanoamericana. De hecho, en otros países europeos la enseñanza religiosa es incluso obligatoria.
La religión católica enseña valores universales imprescindibles que son la base de todo aquello que los padres, con un mínimo de sentido común, queremos transmitir a nuestros hijos: el respeto, la empatía, la solidaridad, la alegría, la esperanza, la resiliencia, el perdón… o el amor al prójimo. La educación moral, lejos de ser retrógrada o de exclusivo ámbito privado, es algo que toda la sociedad, especialmente todos los padres y educadores, deberían de tomarse como máxima responsabilidad con los niños.
La moralidad bien enseñada es la línea que marcará el futuro de estos menores para dirigir sus vidas con rectitud y firmeza hacia el bien o ir desorientados por la vida dejándose engañar por ideologías perniciosas.
Alicia Beatriz Montes Ferrer
Colaboradora de Enraizados
1 https://www.hispanidad.com/sociedad/rocio-monasterio-vox-quiere-saber-se-ensena-alumnos-religion-islamica-en-escuelas-madrid_12053566_102.html
2 https://www.conferenciaepiscopal.es/cee/documentos/acuerdos-entre-la-santa-sede-y-el-estado-espanol/
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Historia de las religiones el porqué de su existencia en el ser humano y conocer las religiones más importantes sus orígenes y dogmas Si Hacer una inculcacion de una religión sea esta cual sea No
Comencemos por NO llamar colegio, instituto o universidad a aquel centro para niños, adolescentes y jóvenes o no jóvenes que rechaza a Dios Uno y Trino, a Nuestro Señor Jesucristo y su Palabra contenida en el NT, aparte de sus santos y santas y su magisterio y tradición. Llámeseles como se quiera, komsomol, ikastola, sinagoga, mezquita, sindicato, asamblea, logia, salón, consejo, etc., pero no colegio, instituto o universidad, conceptos todos ellos cristianos desde su fundación.
Si la Palabra de Dios no se enseña en las aulas, NO hay educación alguna. Pues la finalidad de todo proceso educativo no ha de ser otro que formar hombres y mujeres de bien en el cristiano (católico) sentido del término, tal como Cristo nos quiere a todos, según lo que nos enseñó el mismo Jesucristo Nuestro Señor contenido en los cuatro santos evangelios. Otra cosa no es educación, sino adulteración de mentes y almas.
Sin Cristo en las aulas NO habrá en alumno alguno inteligencia (solo necedad y holgazanería), ni ciencia (solo engaños propios de hechiceros), ni sabiduría (solo esclavitud ante cualquier falso profeta y carácter fácilmente impresionable), ni don de consejo (es decir, discernimiento claro), ni fortaleza (solo puro sentimentalismo cada vez más quebradizo y volátil), ni piedad (sino egolatría impía con el prójimo, uso del otro sin freno alguno de conciencia), ni santo temor de Dios (sino soberbia luciferina, engreimiento y el creerse «dios» del modo más ciego imaginable).
Ahora bien, ¿conviene la fe en Cristo en las aulas a algún político sea del signo que sea, por desgracia tan insensatamente votado? Rotundísimamente NO, JAMÁS. En ningún país, en ningún lugar. El amor y el conocimiento de Jesucristo es mortal de necesidad para el demonio y sus vástagos, empeñados en condenar al mundo entero al fuego eterno del infierno del que nos hablan el NT y todos los santos y santas. Y el demonio sabe atacar a los más débiles del rebaño, los niños y jóvenes todavía inmaduros. De hecho, no permite ni siquiera centros exclusivamente católicos, no permite siquiera la libre elección, con lo que conculca la libertad religiosa. No se puede estudiar religión en un aula aparte unos y las demás asignaturas todos juntos. ¿No se debe separar el trigo de la cizaña?¿De qué sirve separar a los niños y niñas católicos de los otros solo en clase de religión, si en las demás horas van a ser implacablemente pervertidos por otros alumnos y «docentes» en otras asignaturas?¿Cómo se puede ser tan descerebrado de no separar el trigo de la cizaña y exigir colegios, institutos y universidades exclusivamente católicos con personal exclusivamente católico consagrado y no consagrado en una nación con tantísimos bautizados?
Cuanto más ateo cerril sea el alumnado, más manipulable (excelente para la política y sus superpoderosos medios de manipulación, burocráticos, policiales, militares, judiciales, «científicos», etc.), más idólatra de la política (fanático ciego y desorejado que llega a igualarla, nada menos, que con la caridad que nos describe san Pablo en 1 Co 13, 1-12 ), más descerebrado (mutilado en su capacidad de meditar, discernir lo que le pasa, en su conocimiento de sí mismo y de Dios…), más manipulable (más susceptible de ser engañado por los medios, los únicos en los que acaban creyendo), más fanático de las vanas doctrinas (menos capacidad para ver los errores mortales de las mismas, pues solo la doctrina de Cristo es verdadera), más materialista (y, consecuentemente, cada vez más frustrado y vacío y menos preocupado por la trascendencia de actos, palabras, pensamientos y omisiones), más consumista (crucial para millones de empresas y sus beneficios para los accionistas), más esclavo de adiciones (fundamental para esclavizar al electorado, pues una persona libre no es esclava de falsos profetas), más hedonista (y más apto para vivir del socialismo esclavizador que actúa de camello de placeres que envenenan el alma), más enfermo físico, mental y espiritual (crucial para la industria sanitaria y para las sectas de toda índole), más desesperado (porque sin Dios no hay esperanza posible de ningún tipo. Sin Dios no se puede hacer nada. Nadie puede nada) y más muerto en vida (sin alma porque se ha vendido al padre de la mentira).
Es el mismo maldito ERROR que con los centros en Vascongadas, Cataluña, Navarra, Galicia, Valencia, Baleares, etc., con la basura de las lenguas regionales que deberían morir lo antes posible, que no valen para nada ni van a mejorar la vida futura, sino empeorarla claramente, a los que dictatorialmente se la impongan. No la hablan bien ni ellos mismos.
Educación católica 100% en español, y optativa la lengua regional en todas esas regiones, separando el trigo de la cizaña, es decir, centros españoles católicos de los que son antiespañoles o los que siendo españoles no son católicos. O eso, o dictadura implacable y destrucción de la capacidad lingüística de los menores y jóvenes, que no van a saber ni español, ni lengua regional, ni a escribir sin faltas de ortografía, ni a expresarse, ni a ser aptos nada más que para barrer las calles de Gerona o votar a los partidos políticos, que es lo que quieren los anticristianos y antiespañoles (que son lo mismo). Libertad de enseñanza es 100% español y educación católica, y ni una palabra en lengua regional si no se quiere ni interesa en absoluto en absoluto, ni en el aula, ni en el recreo, ni fuera del centro. Que se meta ETA y sus esbirros y los golpistas catalanes su lengua regional por donde se hace la colonoscopia. Se acabó ya la tiranía. ¿O es que no conviene políticamente exigir el 100% de español para no perder votos?