Moros y Cristianos
Un desfile para ocho siglos de Reconquista
Orihuela recupera cada julio la lucha entre ambos bandos
Decía el Insigne Doctor e historiador Gregorio Marañón que si en la sangre de los actuales españoles se pudiesen detectar sus orígenes genéticos raciales el tipo medio sería como un cóctel explosivo. Porque los españoles son el resultado de 8 siglos de dominación árabe; 9, romana y 4 de godos y visigodos, a los que habría que añadir la sangre fenicia, griega, celta, íbera, indo-europea y judía (que estos siempre estuvieron y siguen estando presentes en España). Lo cual quiere decir que esta España del siglo XXI, por sus orígenes, es una mescolanza de razas, de culturas, de costumbres, de hábitos y de pasiones. De ahí que no deba sorprender que las Fiestas Populares sean un cúmulo variopinto y dispar, ya que a los genes habría que sumar las influencias religiosas. España fue una de las primeras Naciones occidentales a las que llegó el Cristianismo primero y el Catolicismo de Roma después. Pero siempre hubo también otras creencias. Y en este marco hay que encuadrar las fiestas de “ Moros y Cristianos “ que se celebran en media España (pueblos de Cuenca, Albacete, Alicante, Almería, Cádiz, Castellón, Ciudad Real, Granada, Jaén, Lérida, Málaga, Murcia, Toledo, Valencia y Canarias y Baleares). Es el recuerdo innato de los 8 siglos de la Reconquista y aquellas guerras que enfrentaron durante tantísimos años a moros y cristianos. Aunque con una circunstancia curiosa, que fue el Levante español, o sea la costa mediterránea, donde aquellas luchas dieron lugar a una con- quista y pérdida repetida de muchas de las ciudades.
Hoy nos centramos en las fiestas de Orihuela (Alicante) que se celebran desde el viernes anterior al 17 de julio hasta el domingo siguiente. No son las más antiguas, pues ese honor le corresponde a las que se celebran en Elche. Las fiestas, resumiendo, reproducen la lucha entre los dos bandos, el moro y el cristiano, por la conquista de la ciudad. Por tanto en cada lugar se forman dos grupos que simbólicamente se enfrentan en la calle con toda la aparatosidad de las vestimentas y las armas que se utilizaron en tiempos pasados. Cada bando reúne un grupo de comparsas que rememoran las compañías de los distintos ejércitos. En el cristiano de Orihuela figuran, entre otros la de los cruzados, los cristianos, los caballeros del Cid, los templarios, los montañeses, los aragoneses etc y entre los moros las de los Almogávares, los moros viejos, los moros nuevos, los nazeríes, los almo- hades, los sauditas, los beduinos, los bereberes y la de los abencerrajes. Los desfiles son ciertamente espectaculares y no sólo por los trajes, sino también por la participación de carrozas y animales montados, como caballos, elefantes y dromedarios, todo acompañado por grupos de dulzaina y percusión que le dan un aire musical increíble. En Orihuela tampoco falta la pólvora abundante y los juegos de artificio de todo el Levante. “Moros y cristianos”
Julio Merino
Autor
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Periodista y Miembro de la REAL academia de Córdoba.
Nació en la localidad cordobesa de Nueva Carteya en 1940.
Fue redactor del diario Arriba, redactor-jefe del Diario SP, subdirector del diario Pueblo y director de la agencia de noticias Pyresa.
En 1978 adquirió una parte de las acciones del diario El Imparcial y pasó a ejercer como su director.
En julio de 1979 abandonó la redacción de El Imparcial junto a Fernando Latorre de Félez.
Unos meses después, en diciembre, fue nombrado director del Diario de Barcelona.
Fue fundador del semanario El Heraldo Español, cuyo primer número salió a la calle el 1 de abril de 1980 y del cual fue director.
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